Extraño pasatiempo el de mi vida de no
hacer más que extrañarte, de sentimientos embarcados a la deriva sin
encontrar corazón donde amarrarse. Extraño pasatiempo de
simular odiarte, desesperado intento de mi sentir para
alejarte, condenándome sin la menor clemencia a ser el único que sufre las
ausencias. Extraño pasatiempo de
perseguir este sueño, de hacer lo necesario y lo innecesario, de solo
convertirme en tu esclavo con la firme ilusión de ser tu dueño. Si hay que creer para
ver... ¡Entonces creeré con porfía! Si hay que
rezar... ¡Entonces rezaré de noche y día! Si hay que
llorar... ¡Entonces derramaré cada lágrima mía! Si hay que
esperar... ¡Entonces esperaré varias vidas! Si hay que amar... ¡Cómo
siempre, amaré sin medida! Si tengo que olvidar... entonces lo
siento, quien ama como yo te amo: ¡Jamás se rinde... Jamás
olvida!