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¿QUÉ ES LA NAVIDAD? Qué sea la Navidad, depende del desarrollo de la conciencia. Navidad puede ser cualquier cosa: mercantilismo consumista, turismo sexual, dolor de nostalgia, superstición sacralizada. Lo cierto es que la conciencia humana es débil y no logra mantener viva y operante la memoria de las luchas cumplidas, los logros alcanzados y los dones recibidos. Hoy, a más de dos mil años de Cristo y a 500 del anuncio del Evangelio en América Latina, es preciso replantear la pregunta por el contenido y el significado de la Navidad. Navidad es la celebración del nacimiento de Jesús, el judío hijo de María, la muchacha virgen de Nazareth. Pero ese nacimiento, cuya repercusión histórica universal determina su vigencia a través de siglos y culturas, no puede reducirse a un mero fenómeno ginecológico de aldea judía. Navidad es Encarnación, patentización de Dios, o sea, la Realidad, fundamento de toda realidad, en la existencia carnal, dolorida y limitada del hombre. Navidad es humanización de Dios, manifestación de la Vida en esa forma concreta de vida que es la persona humana; es decir, el individuo capaz de conciencia, libertad y armonía. Navidad es redención del hombre, irrupción del Amor y la Verdad el corazón egoísta y violento y en la mente escéptica y agnóstica de los hombres perdidos en los laberintos del razonamiento y la teoría. Navidad es liberación humana, capacitación del hombre para realizar su ser, haciendo lo que está llamado a ser. Navidad es solidaridad divina con la humanidad, asunción incondicional de la debilidad, el error y la miseria del corazón humano, en Cristo libre de culpa. Navidad es escatología, comienzo de la plenitud de la evolución cósmica y la historia humana, en la universalización de la vida consciente. Navidad es esperanza, descubrimiento de que el hombre tiene sus raíces más allá de sí, y su futuro más allá del tiempo y del espacio. Si fuera posible una Navidad vivida desde el misterio de Cristo, "primogénito entre muchos hermanos", empezaría entre nosotros la paz.
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