IMPERFECCIÓN
Yo sé que no soy perfecto ni tampoco me siento perfecto. Tengo la certeza de mi imperfección y procuro superarla. He cometido numerosos y crasos errores, seguramente seguiré errando pero nunca cometeré el mismo error dos veces.
Sé que a medida que deje de equivocarme, me iré perfeccionando, porque mis errores en lugar de rebajarme, me enaltecen. No procuro evitar equivocarme porque sé que sólo quien vive, está propenso a equivocarse.
Mi intención consiste en asimilar la enseñanza que todo error trae consigo. Muchas veces no actuamos para evitar fallar, y al hacerlo, evadimos la responsabilidad de vivir.
Vive, arriésgate a cometer errores y aprende siempre de ellos; es la mejor manera de adquirir sabiduría. Así mismo, debes estar plenamente conciente que todos a tu alrededor están propensos a cometer errores, no los juzgues... ¡entiéndelos! ¡perdónalos!
"No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará. Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes" Lucas 6:37-38
"¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo y no le das importancia a la viga que tienes en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: -Hermano, déjame sacarte la astilla del ojo-, cuando tú mismo no te das cuenta de la viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano" Lucas 6:41-42
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