Para los problemas difíciles de la vida, esperamos respuestas amplias y profundas. Es difícil aceptar una explicación sencilla. Por eso muchos ignoran lo que Dios quiere enseñarnos, pues creen que las respuestas de Él no son suficientes para explicar la vida. Dios, sin embargo, desea que nos entreguemos confiando en Su paz y en Su amor. Con base en esto, podemos vivir contentos y seguros de que Cristo nos salvó de la muerte eterna y que en Él encontraremos las respuestas para nuestra vida.
Oremos: Señor, Dios mío, ayúdame a encontrar las respuestas que tanto busco. Amén.
“Y así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos tendrán vida.” 1 Corintios 15:22