Cuando la pena sea
amarga y la sonrisa
escasa, cuando el fracaso ponga a prueba tu vida y estés triste; cuando
una sombra te recorra el alma, y creas que todo esta perdido, quiero que
sepas que: Si me llamo tu amigo, allí estaré
siempre.
La
felicidad depende de los condicionamientos que nos creamos; según la
programación negativa o positiva que tenemos en la mente. Por la
programación, ante una misma situación, hay quienes ríen mientras otros
lloran. No es fácil pero podemos cambiar la opinión que tenemos de las
cosas, las personas y la vida. Podemos ser mas tolerantes y menos
rígidos mas elementales y menos complicados. Hay cosas que no podemos
cambiar de la manera que somos, lo que podemos manejar es la realidad con una
actitud positiva.