Cada uno se llena
con lo que dice y se sacia con lo que habla
Me levanté esta mañana y comencé el
día como cada mañana, antes de hacer mi caminata diaria tomé un poco de
desayuno, tenía mucho que hacer aunque era mi día libre, muchas cosas pendientes
y a causa de esto comencé a predecir muchas complicaciones, nada específico pero
dije cosas como:
Esto va a ser un problema, luego dije, no sé cómo
arreglar este asunto, luego pensé que algunas personas serían difíciles de
encontrar que pudieran ayudarme con alguna cosa y así seguí.
Antes de
salir a caminar, recogí mi Biblia y le dije al Señor: "ojalá tú me digas algo
esperanzador hoy por tu palabra", leí el texto en proverbios que dice: “Cada
uno se llena con lo que dice y se sacia con lo que habla” Proverbios. 18:20
Yo lo estaba haciendo en ese moment o, llenándome con lo que decía, no
había pronunciado una sola palabra buena, todo estaba lleno de desesperanza. Yo
mismo llenaba mi interior con lo que decía y lo peor, como dice el proverbio, me
estaba llenado de lo que hablaba.
Pese a tremenda Palabra de Dios en ese
momento necesité casi todo el día para deshacerme de todo esto, fue hasta que
hablando con mi esposa y tratando de poner orden salí de esa cantidad de
porquería mental.
Usted se preguntará ¿cómo salí de ello? Bueno eso es lo
interesante y maravilloso, lo que hice sencillamente fue analizar nuevamente el
propósito de Dios en mi vida.
A ver si me explico, no me puse a pensar en
las cosas que antes había llenado mi mente, sino que me puse a pensar con mi
esposa lo que Dios había hecho, lo que Dios estaba haciendo y lo que Dios quería
hacer.
Si esas tres cosas me llevaron nuevamente al lugar de donde
debiera haber empezado mi día, sabiendo que Dios ha he chos muchas cosas ya
incluso muchas de las que hoy yo necesitaba que se hicieran, segundo, Dios
estaba haciendo cosas por medio de estas situaciones que se presentaban, me
recordé las palabras siguientes: “es necesario que estas cosas sucedan para que
reaccionemos y Dios comience a hacer algo en nosotros y demos un
cambio”
Hoy estoy terminando el día y tratando de decir que ha sido el
día mas pleno que tuve en los últimos meses, no porque pasaran cosas
maravillosas sino que aprendí a comenzar el día de otra manera, llenando y
saciándome con lo que Dios hizo, hace y hará. Bendiciones a tu
vida. Pastor José Luis Malnis
¡La Navidad! La propia palabra llena nuestros corazones de alegría. No importa cuánto temamos las prisas, las listas de regalos navideños y las felicitaciones que nos queden por hacer. Cuando llegue el día de Navidad, nos viene el mismo calor que sentíamos cuando éramos niños, el mismo calor que envuelve nuestro corazón y nuestro hogar