Cuando la pena sea amarga y la sonrisa
escasa, cuando el fracaso ponga a prueba tu vida y estés triste; cuando
una sombra te recorra el alma, y creas que todo esta perdido, quiero que
sepas que: Si me llamo tu amigo, allí estaré
siempre.
La felicidad depende de los condicionamientos
que nos creamos; según la programación negativa o positiva que tenemos en la
mente. Por la programación, ante una misma situación, hay quienes ríen
mientras otros lloran. No es fácil pero podemos cambiar la opinión que
tenemos de las cosas, las personas y la vida. Podemos ser mas tolerantes y
menos rígidos mas elementales y menos complicados. Hay cosas que no
podemos cambiar de la manera que somos, lo que podemos manejar es la realidad
con una actitud positiva.
¡La Navidad! La propia palabra llena nuestros corazones de alegría. No importa cuánto temamos las prisas, las listas de regalos navideños y las felicitaciones que nos queden por hacer. Cuando llegue el día de Navidad, nos viene el mismo calor que sentíamos cuando éramos niños, el mismo calor que envuelve nuestro corazón y nuestro hogar