Antes de cocinar el pato, debemos secarlo durante tres días en un lugar frío y seco. Tras esos tres días, lo dejamos una noche marinando la carne en la salsa de soja junto con la canela, el vinagre y los clavos.
Al día siguiente escurrimos el pato y lo asamos en el horno a temperatura baja.
Cuando empiece a tomar color lo sacamos y comprobamos que por dentro está hecho.
A continuación cortamos el pato a tiras y lo reservamos. En un wok calentamos un chorro de aceite y salteamos el ajo. Cuando empiece a dorarse agregamos el pato y los cebollines cortados en diagonal. Freímos un minuto y agregamos un poco del marinado del pato, junto con las almendras.
Para dar consistencia a la salsa, disolvemos en agua fría una cucharadita de maicena y la añadimos. Servimos caliente.