Sazonamos los trozos de pollo y los doramos en aceite de oliva. Cuando esté bien dorado el pollo, los ponemos en una cazuela de barro y echamos el vino blanco.
En el aceite que hemos utilizado para dorar, hacemos un sofrito con la cebolla, los ajos picados y lo vertemos sobre el pollo.
Para la salsa, pelamos las patatas y las manzanas, las cortamos en cubos medianos. Los freímos junto con las pasas, las almendras picadas y las lonchas de bacon.
Una vez fritos, separamos 3 partes, una para batir con la batidora y que vertemos sobre el pollo junto a otro tercio sin batir. Cocemos todo a fuego lento unos 15 minutos, hasta que el pollo esté tierno. Antes de apartarlo del fuego, echaremos las gambas peladas para que se cuezan unos 4 minutos.
El resto de la mezcla frita la guardamos para guarnición.
Presentación sugerida:
Una vez apartado del fuego, colocaremos sobre los platos un par de trozos de pollo para cada comensal, con un cazo, cubriremos los trozos con de salsa, serviremos 4 gambas en cada plato y echaremos un poco más de salsa sobre ellas. Añadimos la guarnición al borde del plato con una cuchara sopera.