Encendemos el horno a 180º.
Tamizamos la harina y la levadura en un cuenco y añadimos la sal.
En otro cuenco batimos los huevos, añadimos la leche y el aceite y mezclamos todo.
Hacemos un hueco en el centro de los ingredientes sólidos y vertemos los ingredientes líquidos, el jamón y el queso rallado. Mezclamos todo, no tiene que quedar muy bien trabajado para que suban bien.
Engrasamos los moldes y vertemos un poco de la masa en ellos.
Metemos al horno 12 minutos o hasta que estén doraditos y suban.
Enfriamos 5 minutos y están listos.