Hijo:
Si quieres amarme bien puedes hacerlo, tu cariño es oro que nunca desdeño.
Mas quiero comprendas que nada me debes, |
soy ahora el padre tengo los deberes. |
Nunca en las angustias por verte contento, he trazado signos de tanto por ciento.
Ahora, pequeño, quisiera orientarte: mi agente viajero llegará a cobrarte.
Será un niño tuyo: gota de tu sangre, presentará un cheque de cien mil afanes...
Llegará a cobrarte y entonces, mi niño como un hombre honrado a tu propio hijo deberás pagarle.
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