Se mezclan todos los ingredientes en un recipiente alto y se baten con la batidora.
Al principio parece que no habrá suficiente líquido pero en cuanto bates bien la lechuga, desprende el agua y se consigue una crema líquida.
En una sartén con aceite muy caliente, se va añadiendo la masa a cucharaditas. Se les da la vuelta. Ojo!! Se hacen enseguida. Y se sacan dejándolos escurrir sobre papel de cocina.
Truco:
Si te queda la masa muy espesa, añade un poco de leche. Si te queda muy líquida, añade más harina.
Receta enviada por Núria Mazo Becerra.