Primero ponemos las espinacas en remojo en agua fría. Cuando vayamos a utilizarlas, las secamos, les quitamos los rabos y cortamos las hojas en tiras finitas.
Luego pelamos y picamos las zanahorias y las cebolletas. Echamos aceite y vinagre en una taza, aproximadamente en una proporción de tres a uno, y agregamos sal. Batimos hasta ver que ligue.
Ponemos las espinacas en cuatro platos y servimos por encima un poco de zanahorias y cebolletas, con otro poco de sal, y luego añadimos la vinagreta.