Cuando los que mandan pierden la verguenza, los que obedecen,
pierden el respeto." (G.C. Lichtenberg).
.No es tan solo aplicable al campo de quienes nos gobiernan en el campo político,
sino a todas las áreas de nuestras vidas..Cómo convencer a lo niños,
que mañana serán adultos, que mentir no es bueno si a menudo nos ven pedirles,
sin rubor, que lo hagan ellos por nosotros?; Que no es así?,
pues ello ocurre frecuentemente cuando, por ejemplo,
recibimos una llamada o somos visitados por alguien que no deseamos atender
y en lugar de dar la cara les ordenamos que digan que no estamos;
Cómo inculcarles a los niños que la injuria y la difamación son conductas aberrantes,
si los adultos en gran mayoría tenemos como "inocente pasatiempo"
el hablar mal de quienes no están presentes para defenderse
y dar a conocer la otra versión de la historia?;
Ganarse el respeto de otros es muy dificil, pero más dificil se hace cuando la coherencia
está ausente entre lo que decimos y lo que hacemos, porque predicar con el ejemplo
no es tan solo una frase sino una actuación que exige honestidad
y verguenza por parte de quien pretende ser respetado.