MI AMIGA DEL ALMA
Tú eres ese tesoro que un día apareció ante mí sin proponérmelo.
Un tesoro repleto de perlas que me ayudan a ver la grandeza de la amistad.
Aristóteles decía "un amigo es un alma en dos cuerpos",
así te siento a tí, amiga mía.
Vives conmigo y en mí.
La distancia no difumina aquello que vive dentro de nosotras,
porque la amistad está por encima del tiempo y del espacio.
Tú eres mi amiga del alma,
un alma que acoge, que sonríe,
que está en los buenos y en los malos momentos.
Dios ha puesto en nuestras manos el gran tesoro de la amistad
y, ante esto, alabamos juntas al Señor por su gran bondad.
"Te doy gracias. Señor, de todo corazón por mi amiga,
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario invocando tu nombre."
Mi amiga del alma es un santuario
ante el que me inclino bendiciéndote, alabándote y dándote gracias.
Amiga mía gracias por habitar en mí.

|