onemos una olla al fuego con cuatro dedos de agua, un poco de sal y un chorro de vinagre, y lo llevamos a ebullición.
Una vez el agua hierva bajamos el fuego, y con cuidado, abrimos los huevos y los echamos al agua.
Sirviéndonos de una espumadera vamos cubriendo los huevos con el agua para asegurarnos que la clara queda cocida, mientras que la yema debe quedarnos un poco más cruda.
A cabo de un par de minutos, sacamos los huevos y servimos.