DESPIERTO ESTAS
Un inmenso caudal de amor fluye en tu corazón.
¿Creías que en la dimensión interior todo sería alegría? No desesperes. Por increíble que parezca, un bello ángel fue encomendado a buscarte y encontrarte para sanar tu corazón. Sabiendo que leerías este mensaje, tomó en sus manos estas letras y una a una las besó. Es necesario curar viejas heridas, para transitar -en paz y armonía- por el camino del amor. Hoy el cielo festeja tu constante alumbramiento y tenaz entrega. Despierto estás.
A poco de ingresar por la puerta dorada, que nos conduce hacia otro nivel de consciencia, las vivencias derrumban las creencias. Nuestros anhelos de dicha y equilibrio son fuertemente sacudidos por sentimientos encontrados que demandan atención. ¿Acaso hemos equivocado la entrada? El ángel sonríe, sabe que eso que sentimos aflora por amor, de modo que la luz no encuentre limitaciones para fluir en nuestro mundo interno.
Para no sufrir, en ciertos pasajes del camino hemos silenciado recuerdos que portaban el estigma el dolor. En nuestra desesperación por desengancharnos de la tristeza y la amargura dejamos heridas mal cicatrizadas y varios asuntos pendientes. Toda esa energía estancada comienza a dinamizarse al recibir el latir divino de las vibraciones más puras. Es hora de volar sin ataduras. Demos gracias al sendero del dolor por tanto aprendizaje.
La pena, el odio, el resentimiento, la culpa y el enojo fueron funcionales para vivenciar nuestros abismos en un contexto de dualidad. Ya no más fragmentaciones. Estamos transitamos el camino sutil de la unidad, debemos sanar para vivir plenamente. Un enorme agradecimiento brotará en tu corazón, al reconocer que todo -incluso lo más terrible- estuvo dispuesto para ayudarte a evolucionar y ser más sensible y compasivo.
Antes de que las transformaciones se manifiesten en los planos más densos, la alquimia acontece en los niveles superiores. Por eso ahora se abre un espacio interdimensional, para que recibas la fugaz visita de este ángel liberador, que vino a tu encuentro con una hermosa misión curativa. ¿Estás preparado? Respirá bien lento, pausado y profundo. Dejate ir, vas a sentirte renovado. Serás bendecido por un reluciente caudal de amor.
Tras arroparte con un bellísimo campo de energía cristalina, el ángel te abraza, con su esencia sanadora, disolviendo los obstáculos que limitan el paso de la luz. Tu canal interno es pulido y resplandece. Tu corazón sonríe, siente el paso del amor. Tus brazos se abren en señal de libertad. Tu pecho desborda de emoción y alegría. Detrás del velo todos celebran y aplauden. Encienden una vela confirmando que has renacido. Despierto estás.
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