Deja que te acaricie, con una palabra certera, que a tu interior ilumine, que no sea una quimera.
Deja que penetre mi voz, a lo más profundo de tu ser, deja que ayude a salir el sol, para cada bello amanecer.
Deja que mi alma ayude, a tu desconfiado corazón, deja que lo aliente, provocando su rendición.
Deja que un beso realice, el milagro mayor, deja que este permita, dejarte sentir amor.
Brenda Grisel Doníz |