Primero ponemos a hervir unos 250 ml de agua con sal. Cuando hierva, incorporamos las espinacas y las dejamos cocer 5 minutos a fuego medio. Tras este tiempo, retiramos del fuego y las escurrimos bien, apretándolas para que se vaya todo el agua.
Seguidamente, en una sartén mediana ponemos un chorrito de aceite para hacer las cuatro tortillas. Batimos los huevos por separado y uno por uno lo echamos a la sartén. Rellenamos cada tortilla con espinacas y la acabamos de hacer de la forma habitual, hasta que quede bien cuajada.
Aparte, en una fuente para horno ponemos una fina base de tomate frito y encima colocamos las cuatro tortillas. Encendemos el horno a 220ºC para precalentarlo.
A continuación ponemos en un cazo 3 cucharadas de aceite y 25 g de mantequilla. Cuando esta se derrita añadimos las 4 cucharadas de harina, removemos y entonces vamos añadiendo poco a poco la leche, siempre sin dejar de remover, hasta obtener una pasta ligera, no muy espesa. Añadimos a la bechamel un poco de sal y una pizca de nuez moscada. Cuando rompa a hervir dejamos al fuego unos minutos, sin dejar de remover. Retiramos.
Para finalizar, vertemos la salsa bechamel sobre las tortillas, cubriendolas. Luego las espolvoreamos a nuestro gusto con queso rallado para fundir. Introducimos en el horno a 220ºC alrededor de 5 minutos o hasta que se dore el queso.
Servimos caliente.