Desplegar las alas es el secreto de vivir… sin miedos, sin dudas allí… frente a todo, frente a un paisaje conocido o desconocido.
Hoy decido abrir las alas y volar.
Cuantas veces en la vida cerramos nuestros ojos y la vida parece distinta en ese mágico mundo de sueños.
Nos perdemos en los pensamientos, en los sueños, volamos y nos dejamos llevar y llevar.
Protegemos nuestras alas, no dejamos que toquen tierra firme.
Y ahora es el momento de abrir las alas al máximo.
Disfrutemos del paisaje, no nos detengamos ante los obstáculos al contrario pasemos por ellos sintiéndonos fuertes, comprendiendo que el horizonte es la meta y que ese vuelo es sinónimo de libertad.
Decido que ahora, como en lo sueños, este es el momento mágico en que mi mente me lleva a un mundo desconocido y maravilloso, como en esos instantes en que sólo nos dejamos llevar sin ofrecer resistencia.
Se que Dios me ha regalado alas, ahora es el momento de desplegarlas sin miedos ni temores y volar bien alto hasta alcanzar la luz.
Hoy decido aprender a volar, porque el secreto esta dentro de mi.