Desde que la crisis estallará hace más de cuatro años, las familias se han visto obligadas a ajustar tanto su presupuesto, que han tenido que hacer nuevos agujeros al cinturón de la economía familiar. Sin embargo, como si se tratase de la aldea gala creada por René Goscinny en 'Asterix', una serie de irreductibles millonarios están pasando esta crisis en su propio 'país de la piruleta', donde los beneficios se cuentan en siete cifras y los caprichos más insólito se hacen realidad.

En este último año, las mayores fortunas han realizado unas compras con las que el resto de mortales no podemos ni soñar. El primer ejemplo es el del magnate ruso Roman Abramovich. Tras convertir a su esposa en la mayor mecenas del arte del mundo, encabeza la lista de las mayores adquisiciones en el último año tras comprar una isla artificial por 400 millones de dólares.

Con sus 7,8 hectáreas, la isla de Nueva Holanda es una isla artificial que alberga varias naves industriales desde el siglo XVIII. Abramóvich, que posee una fortuna estimada por Forbes en 11.200 millones de dólares, prevé convertir estos edificios en galerías de arte, tiendas de lujo, hoteles y restaurantes.