Han pasado por mis versos veinte hombres y un planeta donde habitan mil mujeres todo trapo y todo sexo. Se han pasado de la raya se han pasado siete pueblos se han comido siempre el mundo en la mesa de los tiempos; se han quedado transportadas en las cumbres de los cielos y hoy no miento si confieso, que veinte amigas y yo, somos de amor en las nubes y de labor en el lecho.