Primera Lectura

Lectura del libro del Génesis (32, 22-32)
En aquel tiempo, se levantó Jacob,
tomó a sus dos mujeres con
sus dos siervas y sus once hijos
y cruzó el arroyo de Yaboc.
Los hizo cruzar el torrente
junto con todo lo que poseía. Jacob se quedó solo y un hombre
estuvo luchando con él hasta el amanecer.
Pero, viendo que no podía vencerlo,
el hombre hirió a Jacob en la
articulación femoral y le dislocó el fémur,
mientras luchaban. El hombre le dijo:
"Suéltame, pues ya está amaneciendo".
Jacob le respondió:
"No te soltaré hasta que me bendigas".
El otro le preguntó:
"¿Cómo te llamas?" El le dijo: "Jacob". El otro prosiguió:
"En adelante ya no te llamarás
Jacob sino Israel,
porque has luchado con Dios
y con los hombres y has salido victorioso".
Jacob le dijo: "Dime cómo te llamas".
El otro le respondió:
"¿Por qué me preguntas mi nombre?"
Y ahí mismo bendijo a Jacob.
Jacob llamó a aquel lugar Penuel,
pues se dijo: "He visto a Dios cara a cara
y he quedado con vida". El sol salió después de que Jacob
y los suyos pasaron Penuel,
y Jacob iba cojeando,
por haber sido herido en el nervio del muslo.
Por eso los israelitas no comen,
hasta el día de hoy,
el nervio del muslo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
|