¿Te has dado cuenta que hoy en día
el trabajo escasi una amante siniestra
que nos roba el tiempo de quién amamos?
¿Las largas jornadas laborales no son acaso
el rogué de ayer en el cuello de la camisa?
¿Los problemas laborales no son acaso la suegra
de antaño intentando ser mejor que nosotras?
Hoy día para ellos todo pasa por el trabajo.
Y déjenme explicarles a qué me refiero:
es obvio que sobre sus hombros pesa una
gran responsabilidad heredada por la sociedad
y la familia, de que los hombres
deben ser los proveedores del hogar;
incluso sin haber llegado a tener hijos y tan sólo estando de novios,
ellos sienten esa realidad sobre sus hombros.
Por lo tanto enfocan
sus fuerzas al logro de resultados;
pero creo que hoy en día, el exceso de ese esfuerzo,
el casi único interés masculino, más que responder
a una demanda social, equivale a un mecanismo de defensa;
a un medicamento para alivianar otras carencias,
como la inseguridad, la falta de confianza
en si mismos, o la carencia de poder personal.
Nuestros hombres sienten que el trabajo les empodera,
por lo que quedan tan inmersos e involucrados
en su trabajo que pueden llegar a creerse imprescindibles;
tanta pasión excesiva, los vuelve disfuncionales, al punto,
de que las mujeres nos sentimos abandonadas; u olvidadas.
¿Qué está sucediendo?
¡Si a veces hasta parece que dejamos de ser atractivas para los hombres!
Sea lo que sea que sucede con estas bellas e incomprensibles criaturas;
el punto principal es preguntarnos a nosotras mismas
¿qué nos sucede con esta situación?
¿Lo hablamos con la pareja? ¿Nos quedamos en silencio?
Más allá de las experiencias personales de cada una,
creo que es importante expresarles a nuestros maridos,
novios, o amantes lo que nos hace sentir esa actitud.
Excusas como: “No tengo tiempo” son infantiles
a la hora de establecer bases en una relación afectiva.
Decir “no tengo tiempo” en forma sistemática es decirnos
“no eres importante para mí”. Créalo o no, es un hecho;
pues la intención de una persona está en sus resultados,
y si nunca tiene tiempo de contenerte, escribirte,
verte o mimarte, entonces el mensaje inconsciente
que nos está dando es que no somos lo suficientemente
importante para formar parte de su mundo.
Y es valioso, pero también es triste, gris y doloroso;
por eso, es mejor enfrentarlo a tiempo,
antes de que las heridas sean más profundas.
Establecer acuerdos, tiempos, y posibilidades
para los miembros de la pareja es una forma adecuada
y madura de reorientar la relación hacia un puerto próspero.
Chuchi González
Bendicionesss!!!
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