Totalmente Enamorada de Dios
Dios es lo más bello que tengo en esta vida, y ahora estoy
mas seguro y convencido de ello; El ha sido bueno, maravilloso, amoroso, FIEL y misericordioso para con mi persona y de muchos que me rodean, como se que lo ha sido contigo también. ¿Por qué digo estas cosas? Muchos pensaran que soy algo insistente con lo del amor de Dios, y es que hasta unos amigos me apodaron “Ana Love”, suena cómico ¿verdad?, pero me hace recordar lo mucho que Dios me ama. En estos días tuve un encuentro con Dios, donde El me decía que soy de su agrado, que me ama, que conoce mis necesidades, que soy humilde (ojo lo dijo el Señor, no lo dije yo), que ante todas estas cosas demanda de mi persona obediencia, que el me bendecirá en gran manera.
Hoy día me arrepiento porque yo nacido y criado en evangelio he perdido el tiempo como jovencita, como hija de padre y madre, como sierva de Dios; la soberbia, la rebeldía, la desobediencia y el orgullo en algunos casos han dominado y desviado mi camino, han destruido lo que una vez fui en el Señor. Pero le doy las gracias a Dios por haber puesto personas de bendición en mi camino por haber puesto gente que ora por mi, que intercede, hermanos usados por Dios, a parte del trato de Dios personalmente conmigo, lo que había venido tratando y que de cierta forma no hacia caso pero en mi interior existía un cierto temor que me mantenía de cualquier manera pendiente de agradarle. Reconozco que si no fuera por su gracia y por su amor hoy día estuviese perdida, que sin El no tendría nada.
Dios demanda obediencia por parte de nosotros, de sus hijos, de su pueblo, de su iglesia, quiere que le honremos, que seamos fieles, que entremos en comunión con El, que nos enamoremos de El. Solo así podemos ser de agrado, se que la pesadez es algo con lo que muchos luchamos, pero no es con nuestras fuerzas es con la de Dios, que podemos ser libres de toda frialdad, de toda pesadez, de todo lo malo que nos separa de Dios, hoy certifico que fuera de Dios no hay nada.
Muchas veces me preguntaba si Dios me amaba, por que tantas veces que caí y pedí perdón volvía hacia lo mismo, me sentía avergonzado con Dios, no se te podrías identificar con lo que he vivido; bajaba mi mirada y hablaba como un niña triste, sedienta de algo que por su inocencia y falta de conocimiento no sabia, que era aquello que me hacia falta en mi vida, y siendo como soy, ¿será que Dios me podría perdonar nuevamente?, ¿será que Dios podría cansarse de mi?, ¿me juzgaría de una vez sin ser perdonada? O por una enésima vez ¿me perdonaría?, no sentía el perdón de Dios, por que no había paz en mi vida. Pero ciertamente Dios perdona, sea lo que sea que hagamos, si llegamos ante El con un corazón contrito y humillado El no lo despreciará, nos recibirá en sus brazos de Amor, curará nuestras heridas, sanará nuestro espíritu nuestro corazón, nuestra mente, y en su Gloria nos perfeccionará.
Hoy me siento enamorada de Dios, con sed de El, con ganas tener más y más de El, beber de su manantial, manantial de vida, agua que sacia, que purifica y limpia. Por que ciertamente El nos amó primero. El está completamente enamorado de mí y de ti también, y ahora puedo decir que en mi necesidad de El mi vida sólo sirve para corresponderle. Vamos a comprometernos con Dios en buscarle, en honrarle y en serle FIEL.
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