Aficionados coronan el 2009 como año de fiesta de la astronomía. EFE
- Este nombramiento fue dado por los aficionados a observar el cielo
El eclipse del día 22 fue una oportunidad de poner a prueba sus teorías sobre las posibles causas de los cambios de temperatura en la corona solar
SHANGHAI, CHINA.- El eclipse solar total mas largo del siglo llega justo 400 años después de que Galileo Galilei comenzase a explorar las estrellas con el primer telescopio creado por el ser humano, y de que Johannes Kepler publicase su "Astronomía Nova", en la que estableció que los planetas de nuestro sistema giraban de manera elíptica en torno al sol.
Además ocurrió exactamente 40 años dos días después de que el astronauta estadounidense Neil Armstrong se convirtiera en el primer hombre en dar un paso sobre la Luna, y cuatro décadas después el satélite de la Tierra ocultó la luz del sol, trayendo una noche de entre cuatro y seis minutos que admiraron millones de asiáticos.
Según explicó a Efe el especialista portugués Pedro Russo, coordinador del Año Internacional de la Astronomía, que se desplazó a China para contemplar el espectáculo, un eclipse es lo mejor que podíamos tener para celebrar este año, es uno de los fenómenos más fantásticos que tenemos en la naturaleza.
Russo se sumó a las más de 200 personas de 25 países que se trasladaron hasta la isla de Yangshan, a 130 kilómetros de Shanghai, a la que está unida por el puente marítimo de Donghai, de 32.5 kilómetros.
La isla, que alberga las principales instalaciones portuarias de China, se convirtió en el último lugar de Asia continental en vivir el eclipse, y también en el más cercano a su punto de máxima duración, lo que le permitió disfrutar del mayor tiempo de oscuridad total en todo el continente: 5 minutos y 56 segundos.
A pesar de que el mal tiempo apenas permitió ver allí cómo la sombra de la Luna mordía el disco solar, a escasos intervalos entre una densa capa de nubes, y de que sólo se pudo ver la corona solar durante tres o cuatro segundos, para muchos fue una experiencia inolvidable.
Además, Russo explicó que para los científicos el eclipse del día 22 fue una oportunidad de poner a prueba sus teorías sobre las posibles causas de los cambios de temperatura en la corona solar, que todavía no se han explicado, y cuyo estudio simplifica mucho el paso de la Luna por delante del círculo solar.
Entre los cazadores de eclipses hubo cierta decepción en el este de China de no poder contemplar el fenómeno completamente, pero al menos los que viajaron a Yangshan se mostraron emocionados por la impresión de la noche súbita y de la fresca brisa marina que se levantó durante la oscuridad por el repentino cambio de temperatura.
"Es una pena que no hayamos podido hacer fotos del eclipse, pero estamos muy contentos de haber seguido todo el proceso", explicó a Efe la novata cazadora de eclipses Zhou Yin, encantada con la experiencia. "Afortunadamente no ha llovido, así que en el fondo hemos tenido buena suerte", se consuela.
Ataviados con llamativas camisetas amarillas, un grupo de españoles residentes en Holanda que se dedica a perseguir los eclipses que vive el planeta prácticamente cada año allí donde ocurren, se mostró resignado a la vez que satisfecho con casi seis minutos más de sombra lunar en su historial.
"Fue un poco menos de lo que esperábamos", comentó Juan Antonio Martínez, "estuvo nublado, pero fue espectacular cuando se hizo de noche, como cinco minutos de noche, y hasta sopló un poco de viento también, es algo que emociona".
Para el organizador de la expedición a Yangshan, el cazador de eclipses nicaragüense-alemán Federico Avellán-Borgmeyer, de la firma Eclipse City, es conmovedor cómo la gente, a pesar del mal tiempo, ha disfrutado con la experiencia y sale de ella con sentimientos comunes de fascinación por la pequeñez humana en el universo.
"La astronomía une a los pueblos independientemente de dónde vienen, y aquí se ve que la gente tiene un lenguaje común, el del cielo, el de los astros, que nos hacen sentir como granito de arena, y eso se siente aquí y al final nos une y nos da una sensación de paz y tranquilidad absolutas", concluyó.