Cerrando los ojos, placidamente en una posición comoda,
relajando la musculatura, imaginando que cada sueño
se hace realidad;
susurrando al ángel que a cada uno de nosotros nos acompaña
que nos toque el alma por un ratito para que nos ayude
a serenarnos y así poder sobrellevar algunas cositas que a veces...
se hacen complicadas.
Imaginando que subimos suavemente a aquella nube en la que
te gustaría llegar e impregnado de la sonrisa que siempre te gusta
llevar, le vuelves a hacer un guiño a la vida;
dando gracias por todo lo bueno que a veces se olvida e
intentando encajar aquello que sabes que no mereces y
aunque sea consuelo de tontos...
sabes que hay muchas cosas peores.
Hay momentos que uno piensa que se puede volver loca,
pero gracias a no se qué... te das cuenta que cada dia eres
fuerte y con eso, es, con lo que uno se tiene que quedar.
A veces, las personas que nos queremos solemos hacernos daño,
¿será porque no somos perfectos?
debe ser eso, una pena...
Ojalá algún día nuestros sueños se hagan realidad y
si de verdad algún día se cumplen mis cuatro pequeños sueños,
seré la persona mas afortunada del mundo.
Espero que esta reflexión haya servido para algo, buenas noches
|