Los intentos de clasificarnos son estériles
Y los discursos sobre unos y otras, también (además de insufribles).
Interesa más la unión que la separación.
Para el progreso y para la convivencia. Hombres y mujeres aportan su mirada al mundo. Y su trabajo. Es verdad que los roles hacen estragos, que las mujeres estamos poco consideradas y aún menos representadas en las esferas de poder, y que queda mucho por hacer por la igualdad. Pero estamos en ello.
Se discute, se analiza, se aportan ideas y soluciones en múltiples foros de uno y otro signo. Parte es culpa del sistema establecido desde hace siglos, parte es nuestra propia culpa (por dejarnos avasallar, por contribuir, por no valorarnos suficientemente, por retirarnos demasiado pronto o siempre de caminos donde habría que estar). Muchas historias sabidas y otras que se irán incorporando poco a poco, son historias de la vida y obra de algunas personas de sexo femenino que fueron capaces de superar el destino impuesto, crear su propio territorio, construir una gran obra (o no tanto, pero suya, personal, única) o eligieron su camino (el que quiera que sea) con entereza y salero.
Algunas dramáticas, otras divertidas o aburridas como tantas, como las de cualquiera.
Una relación de historias de mujeres (algunas contadas desde la ficción, otras desde la realidad) que van siendo citadas más o menos extensamente en este reino.
Todas protagonistas. Todas importantes.
Neskatilla
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