Hoy comienza la temporada navideña, la celebración del nacimiento del Cristo Niño.
Expresamos esperanza a medida que anticipamos el bien que se desarrolla en el mundo y en nuestras vidas.
Esperamos que toda la humanidad disfrute de paz y prosperidad verdaderas.
Promovemos la hermandad. Nos bendecimos unos a otros con amor divino,
un amor que vive en nuestros corazones como el Cristo de nuestro ser.
Fomentamos la esperanza con ternura y reverencia, permitiendo que crezca y se
exprese en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. La esperanza es evidencia del Cristo en nosotros,
Quien nos alienta e invita a crecer en fe y amor.