"Desearíais meditar y no lo lográis, creéis que es difícil. En
efecto, para meditar es necesario conocer bien la naturaleza del
trabajo psíquico, y sobre todo no exigir del cerebro que se
concentre inmediatamente sobre un tema determinado, si no se
violentan las células nerviosas y el cerebro se bloquea. La
primera cosa que debéis hacer es pues relajaros, y permanecer por
así decirlo pasivos, mientras vigiláis como un espectador
paciente, cómo se calman todas vuestras células. Ciertamente, sin
un cierto entrenamiento, no lo lograréis enseguida, pero a la
larga bastarán sólo con algunos segundos.
Trabajar primero con la dulzura, la armonía, ahí está el secreto
de una buena meditación. Y en el momento en que sintáis que
vuestro sistema nervioso está calmado, recargado (porque esta
actitud pasiva permite que vuestro cerebro acumule energías),
podréis orientar vuestro pensamiento hacia el tema que habéis
elegido."
Omraam Mikhaël Aïvanhov