Utiliza todo lo que tienes para beneficio de todos.
No intentes acumularlo o almacenarlo; mejor, compártelo,
pues en la medida en que lo compartas se incrementará,
mientras que si intentas poseer algo o aferrarte a alguien,
con toda seguridad lo perderás.
Esa es la ley y, al vivirla, la verás obrando a tu alrededor.
Si tienes algunos sobres de semillas y los dejas olvidados en un armario,
no les pasará nada y allí quedarán.
Pero si coges las semillas, las plantas en tierra y las cuidas,
no sólo crecerán sino que acumularán y producirán cada vez más.
Así también con todo lo que tienes;
nunca intentes aferrarte a ello, sino compártelo con alegría
y contempla como aumenta en cantidad y calidad.
Cuando tu actitud es recta,
sabes que todas tus necesidades van a quedar cubiertas de una forma maravillosa,
y que todo lo que Yo tengo es tuyo.
Bendiciones