Dejas en mi abrazo el perfume de tu suspiro, sobrevolando el delirio de mis pupilas en flor, vientos de sol como aguas benditas que extienden su caricia a mi profundo rincón.
Imprimes en la tarima de mis sueños el empeño que los tuyos tienen en serme, cáliz en verde que derramas piel a dentro donde nacen los besos y el amor se hace fuerte.
Conjugas en la alcoba de mis vértigos inéditos e improvisados pulsos del destino y el lenguaje íntimo que nos explora enraizándonos en bocas de enigmas y lirios.
Caminas la palabra que puebla mis verbos, delineando el cielo de toda mi identidad, milagro sideral en todas las coordenadas que la sangre nos cabalga gimiendo al amar.