De tu mano el paso por las alturas, la ternura entre cosquilleos innatos, un beso recatado bajo la lluvia, un hueco entre la bruma donde soñarnos.
De tus ojos la magia indefinible, lo sensible que vibra en parpadeos, el hábitat del verso que nos escribe y nos asiste cuando avasalla el miedo.
De tu abrazo el salto a las nubes, el calor dulce que abriga los inviernos, el sentimiento que nos mantiene impunes, los azules que llenan aljibes al cielo.
De tu amor el sobresalto inesperado, el visado a todas las estaciones, las razones de sentarme en tu regazo susurrarte labio a labio y hacer la bruma, soles.
Esencia
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