¿Qué recordamos del año 2011?
Algunas veces pensamos en los acontecimientos negativos que nos sucedieron, en otras ocasiones los problemas o dificultades, las enfermedades, las tristezas, nuestras deudas económicas y vamos repasando todas y cada una de las cosas negativas como si nada positivo nos haya dejado este año.
Pero debemos examinar con objetividad. ¿Acaso no tenemos un año más de vida?, ¿no estamos respirando y abrimos los ojos a un nuevo día, a nuevo amanecer? La mayoría de nosotros tenemos una familia, amigos o compañeros. También tenemos cualidades, aptitudes y acontecimientos positivos que nos sucedieron en este año. Debemos recordar las alegrías en algunos o muchos días, las vacaciones que disfrutamos, el cumpleaños de algún ser querido y se me olvidaba... también el día de nuestro onomástico, el día que cumplimos años. Veámoslo con alegría: ¡Un año más de vida!
Repasemos también, para ser realistas, todos los acontecimientos que logramos u obtuvimos en cada uno de los meses de este año que termina y podemos hacer una remembranza del mes de enero, febrero, las vacaciones de julio y agosto, el acontecimiento importante que realizamos, ¿en el mes de octubre qué ocurrió en nuestra vidas? y así sucesivamente cada día del mes.
¿Verdad que no sólo eventos negativos nos sucedieron?, también acontecimientos positivos que debemos tener presentes, que nos deben alegrar el ánimo y hacer elevar una oración a Dios, pero sobre todo por un año más de vida. Al terminar cada año, muchas personas hacemos un examen sobre cómo nos fue en el que termina, ¿qué cualidades y aptitudes destacaron en nuestra vida?, así también ¿qué defectos prevalecieron y cuáles debemos mejorar en relación con nuestro prójimo?
Hay que reflexionar sobre nuestra relación y comportamiento con nuestra familia, como hijo, padre, hermano, esposo(a), con nuestros amigos, compañeros de escuela o de trabajo y, sobre todo, en qué podemos mejorar para ser más comprensivos y solidarios.
Al concluir nuestra reflexión es recomendable iniciar el año nuevo con alegría, nuevos bríos, ofreciéndole a Dios todos nuestros propósitos y acciones. Feliz año 2012, que Dios bendiga a usted y su familia y les colme de congratulaciones.