Voy a apagar la luz para quedarme a oscuras con tu rostro, para inventar de nuevo aquel instante: intimidad etérea y fulminante, piel en la voz, voz en el canto, en la mirada... Voy a apagar la luz porque la oscuridad me obliga a dibujarte, me da la dulce libertad de juntar las ternuras, de calcar las ansias y borrar las soledades... Voy a apagar la luz para pensar en tí.
|