Exhausta de carreteras, por fin terminé de viajar
y ciertamente recuperada del dolor de cabeza,
abrí mi mente para escribir una vez más.
Recorrí desconcertada por un mundo y un camino
diferente entre palabras hermosas y brillantes
pensamientos, era una elegante vida, era un
recuerdo emocionante, una mirada que atrapa
y un alfabeto diferente.
Pero al recórrela el tiempo me atrapo y la
hora seguía avanzando, sí, la hora en la que
me convertí en todo eso, en una poeta.
No es fácil creer así misma que soy poeta,
y no hay que buscar muchas opciones para
creerlo, si no darme cuenta de que así era.
Nadie sabe lo que es hasta que cree que lo es,
pensaba mientras encontraba alguna rima
difícil y meditaba. Tan sólo con decir un
“si era comprometedora la razón de aquel
¿puedo pasar? Claro si siéntate
¿Cómo has estado? Cuando ella responde
“muy bien con varios problemas pero en si bien”
y entonces hablaba mi corazón, para consolar
y platicar mis experiencias, y que ella me dijera”
eres realmente una poeta y yo sólo decía si claro,
cuando me veía diferente ante el espejo sólo por
esa alegría que reflejaba mi rostro y que
al pasar de los días tú comprenderías.
Soy una poeta desconcertada
D/A