DECIDE NO ACEPTAR ESAS MALAS PERSONAS.
Y si te pregunta porqué te alejas de ella, se lo dices con palabras muy claras:
“Tú me haces mal, no aportas nada a mi vida; es más, me quitas mi paz y mi bienestar.
Si acepto pasar tiempo contigo me acabaré contagiando por tu forma de ser y de ver todo
con tanta envidia y rencor. Eso no me hace ningún bien por lo que sintiéndolo mucho,
prefiero alejarme. La envida nunca es sana, el rencor sólo engendra más rencor.
Yo tengo carencias, estoy lejos de la perfección y seguramente encuentres muchos fallos
en mí, pero quiero ser una persona feliz, disfrutar de la vida, ver el mundo con buenos
ojos, y eso junto a ti nunca sería posible.”