Una mujer con añoranza te espera
unos verdes ojos con tu imagen fantasean
una blanca piel tus caricisas anhela
unos sedientos labios tu boca desean.
Y aunque el tiempo despacio pasa en tu ausencia
y los pensamientos inquietos revolotean al acecho
no me falta el aliento tejiendo nuestro reencuentro
pues me enseñaste a no tener miedo en la distancia.