Difícil relación la construida por mí.
¿Cuál relación? Mi relación con un castillo...
Un castillo de arena que yo mismo he construido,
pero lo odio y lo destruyo, sólo para yo volver
a reconstruirlo. Amor de odio. Odio de amor.
Acaso, ¿será posible amar y odiar al mismo tiempo?
Ese amor que siento se alimenta de odio y así
es su forma de crecer. El odio me hace sentirte
lejos. Tu lejanía me hace sentir nostalgia.
De este modo te quiero amar más para tenerte
cerca. Ese odio que siento por ti se alimenta de
amor. Cuando te demuestro mi lado enamorado,
te quiero cerca.
Cada vez que sientes mi amor, te me acercas.
Pero al tenerte cerca, me acuerdo del porque
te odio. Si amor y odio son opuestos,
¿odiándote no te estoy dejando de querer?
Odio ese pecado, pero amo al pecador.
Esa es nuestra diferencia. Te amo y te odio.
Nadie me puede decir que sólo puedo sentir un
sentimiento a la vez porque son opuestos.
Yo sé lo que siento. La gran diferencia entre
nuestra imperfección y Dios es con respecto
al amar y odiar. Es una diferencia enorme.
Todos estamos sujetos a nuestra humana imperfección
y no podemos amar perfectamente, tampoco
podemos odiar perfectamente, en otras
palabras, hacerlo sin malicia.
Tal vez si no te quisiera, no te odiaría, pues no hay
mayor desprecio que no hacer aprecio.
Y si no te aprecio, ni para mal, ni te odiaré ni te
amaré porque no habrá sentimiento alguno por mi
parte sobre ti. Entonces, ¿quién odia también
ama? Quizás, el paso del amor al odio, como
lo solemos llamar, no sea más que un cambio en la
forma de amarnos. ¿Qué dirán los que ven el
amor como solución a las guerras, si el amor es una
forma de odio? Yo que soy militar no sabría la
contestación a esa pregunta. ¿Qué piensa usted?
Antes pensaba que te podía odiar y dejarte ir,
pero luego no te podía amar más y no era eso
lo que deseaba. Luego pensé que te podía amar y
tenerte cerca, pero ese odio...
Siempre tengo que recordarlo... Quiero
dejarte de odiar, pero temo dejarte de amar
D/A