¿Qué pasa cuando queremos ser varias personas al mismo
tiempo para quedar bien?
Existía en un bosque un camaleón, a diferencia de todos
los animales, él se podía confundir perfectamente cambiando
su color con el medio que lo rodea. Se paseaba por el bosque
saludando a los animales mientras se jactaba de su habilidad
de cambiar el color de su cuerpo a cada instante. Paseando por el bosque se encontró con el loro, para quedar
bien, se puso de color verde para verse como él y ser
aceptado por el loro. Más adelante se encontró con el castor
y se cambió a color marrón para ser igual que él, y así se
cambiaba de color dependiendo del animal con el que
se encontraba. Un buen día el camaleón se enfermó y fue a pedir ayuda a
los animales del bosque. A causa de su enfermedad no podía
cambiar de color y quedó de un solo color, gris a causa de su
enfermedad. Se acercó al loro pero este, que siempre lo había
visto verde no lo reconoció, lo mismo pasó con el castor y
con cada animal del bosque. ¡Hay, por qué no fui siempre yo!
Se lamentaba el camaleón. Justo por ahí pasaba una lagartija, al ver el problema del
camaleón le dijo: - Tienes que aprender que tus habilidades
son de defensa y no para quedar bien con los demás.
Al fin y al cabo, nunca fuiste tu y por eso nadie te reconoce.
El camaleón, una vez recuperado volvió a pasear por el bosque,
pero esta vez, como él era. Y si alguna vez cambiaba de color,
ya no era según la ocasión.
¿Para que cambiar nuestra manera de ser?
¿Para quedar bien?
Al final nos mentimos a nosotros mismos… ¡seamos como somos!
Neskatila
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