El té verde ha sido usado por miles de años como una bebida tradicionalmente terapéutica que promueve la longevidad y la buena salud, recuerda el doctor Sadkhin. "Es una excelente fuente de un antioxidante llamado EGCG, que previene el desarrollo de
células dañinas y ayuda a mantener la integridad estructural de las membranas, lo que también protege a las células", agrega.
El EGCG, según el experto, es al menos 25 a 50 veces más potente que otros antioxidantes populares como la vitamina C y E.
De hecho, una taza de té verde es equivalente en efecto a
una porción de frutas y vegetales.
Neskatilla