TEN CUIDADO CON LO QUE PLANTAS
Una joven china llamada Li se casó y fue a vivir con su marido y la suegra. Pocos días después, no se entendía con ella. A su solicitud, un amigo de su padre le dio unas hierbas diciéndole: “Dale un té cada día que la irá envenenando lentamente. Si actúas amorosamente, nadie sospechará.”
Pasaron las semanas y diariamente Li preparaba el té. Para aparentar, controló su temperamento, obedecía a la suegra en todo y la trataba como a su mamá. ¡Oh sorpresa, después de seis meses, la casa entera había cambiado!
Un día, Li visitó nuevamente al amigo de su padre, rogándole la ayudara evitar que el veneno matara a su suegra, dejándole saber que se había transformado en una mujer agradable a quien Li amaba entrañablemente.
Y fue así como este le dijo que no tenía por qué preocuparse. “Tu suegra no ha cambiado, la que cambiaste fuiste tú. Las hierbas que te dí eran vitaminas para mejorar su salud. El veneno estaba en tu mente, en tu actitud, pero fue echado fuera y sustituido por el amor que pasaste a darle a ella. El plantar es opcional, pero la cosecha es obligatoria. Por eso, ten cuidado con lo que plantas”, concluyó el buen amigo.
MICRO–REFLEXIÓN:
“Muchas plantas crecen mucho antes de dar sus primeras flores, Sé tú como ellas. No te canses de aspirar hacia Dios, con palabras delicadas, de esas que tocan como un beso. |