¿Para qué tomar en cuenta los medios de transporte? Pienso en
los aviones, donde los viajeros caminan sólo de proa a popa:
eso no es viajar. El viaje es apenas un movimiento de la imaginación.
El viaje es reconocer, reconocerse; es la pérdida de la niñez y
la admisión de la madurez. Goethe y Proust, esos hombres de
inmensa diversidad, no viajaron casi nunca. La imaginación era su navío.
Yo también: casi nunca he salido de La Habana. Admito dos razones:
a cada salida empeoraban mis bronquios; y, además, en el centro
de todo viaje ha flotado siempre el recuerdo de la muerte de mi padre.
Gide ha dicho que toda travesía es un pregusto de la muerte,
una anticipación del fin. Yo no viajo: por eso resucito"
-José Lezama Lima.
Neskatilla
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