No sabes cuánto me duele amarte y ni siquiera poder abrazarte, abrazarte como lo hacía antes todavía siento tus besos, tus caricias, tus abrazos.
No sabes cuánto quisiera tenerte en mis brazos me duele porque no puedo olvidarte quisiera poder volver a acariciarte, decirte que te amo, que te quiero pero el destino lo decidió así.