Estuve contemplando en esta madrugada muy fresca, cuya brisa me invitaba a pensar que la luz de la luna tan hermosa y plateada brillaba en tus ojitos y en tu dulce mirar.
Cuando abrí la ventana para mejor mirarla apareció tu imagen y pude comprobar que ya nunca en mi vida dejaré de observarla porque me he dado cuenta que siempre te he de amar.
Amaneció de pronto... tu imagen ya no estaba, sólo estaban las flores que alegran mi jardín, es que en flores tu imagen se metamorfoseaba para alegrar mi vida del principio hasta el fín.
Cuando al jardín me acerco para observar las flores encuentro en todas ellas perfume de mujer, descubro entonces que eres, amor de mis amores, la única en mi vida que siempre he de querer.
Motivos tú me has dado para quererte tanto, motivos, tú bien sabes, para poderte amar; te entrego mi cariño y todo mi amor santo, te entrego hasta mi vida delante de un altar.