EL DESPERTAR DE UN SUEÑO.
...Siempre es mejor despertar de un sueño que verlo romperse en mil pedazos...
A veces el amor se apaga y te arrebata la felicidad que conquistaste…
otras veces, convergen circunstancias adversas, imponderables del destino
que acaban superando la fortaleza de los sentimientos…
Por eso, en la soledad de aquella cafetería cuando la miraba sentía como la luz de sus ojos
había perdido ese brillo que me enamoró, ahora la luz mate de sus pupilas
me revelaba otra realidad, tan cruel, tan fría como real.
La película de nuestra vida, la de ambos, pasó en sólo un instante como un fogonazo,
como la última chispa de amor revelada.
El adiós, sin promesas ni condiciones, en aquella tarde de otoño
que dejaba caer inertes las hojas de los árboles, a la vez que los recuerdos.
Con el sentimiento de un “para siempre” en los labios que el corazón anestesiaba
de “hasta luego” y la última caricia tenue, frágil, efímera,
plasmada en la silueta de unos versos de desamor sobre la piel de una servilleta
que aún conservo, como la vida misma…