¿Quién puede encontrar el conocimiento si no
se ha observado a sí mismo?... El ser que sólo acumula saberes y por ello se cree más evolucionado que
sus hermanos, sin haber llegado a ser Maestro de su propio corazón,
es igual a una inmensa biblioteca llena de libros,
en medio de un cuarto oscuro. En su estado de infancia, el alma es ignorante. En su estado de madurez, el alma es inocente. Por eso,el verdadero sabio ha recorrido un camino interior
que lo ha llevado desde su pequeña llama, a conocer
a la Gran Llama...a manifestar en su propia existencia,
el don de la inocencia despierta nacida del Amor Verdadero.
Autor desconocido
Neskatilla
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