Muchas veces nosotros no pedimos que nos pase lo que nos pasa, son cosas tan extrañas, muchas veces nos portamos lo mejor posible y aún así nos suceden cosas que en cierto modo no merecemos. Estas grandes incógnitas son parte del sentimiento llamado amor. Nunca pensé que amar a alguien significara derramar tantas lágrimas de sangre y dolor.
Porque para aprender las lecciones de la vida tenemos que cometer un error que nos marcara para toda la vida. Un mal paso en el camino ocasiona que todo lo que construyes se derrame, por una parte esta bien porque si eso que construiste estaba mal cimentado, en el nuevo comienzo crearas algo mejor, pero muchas veces esa construcción se derrumba y no por un error tuyo, y es ahí cuando te lamentas de todo el mal que te puede ocasionar alguien.
En realidad el amor es ciego, entregas todo sin recibir algo a cambio, irónico es que muchas veces si recibes algo a cambio pero no te imaginas que sea algo que puede herirte. ¿Cómo saber si haces lo correcto al amar a alguien y entregar todo aunque esto ocasione lastimar tu corazón y alma? Este bien arriesgar todo por alguien o quedarse esperando que el amor llegue y toque tu puerta.
Mi dicho siempre ha sido “el que no arriesga no gana”. Pero muchas veces por arriesgar tanto nos ganamos que nos lastimen. Por ello siempre digo no hagas aquello que no quieres que te hagan.
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