Martín (1579-1639) nació del matrimonio formado por la mulata peruana Ana Velásquez y el español Juan de Porres. Ya desde pequeño sufrió insultos y marginación por ser mulato, incluso por parte de su propio padre. Ejerció de peluquero y enfermero cirujano. Vivía enfrente de la casa de Rosa de Lima, y era 7 años mayor que ella. Ambos fueron confirmados por el primer arzobispo de Lima, Sto. Toribio de Mogrovejo. Y ambos emularon en santidad. Entró en los dominicos de Lima, dedicándose sobre todo a la limpieza, y de ahí el apodo ‘Fray Escoba”. Profesó como hermano dominico en 1603. Gozó del don de bilocación, profecía, ciencia infusa, éxtasis, curación, milagros... Salvó de la peste a los 60 dominicos de su comunidad. Edificó el primer colegio para niños pobres en el Nuevo Mundo. Atendía diariamente a muchos enfermos y pobres marginados, y por eso le llamaban también ‘Martín de la caridad”. Y el antaño despreciado frailecito mulato llegó a ser consejero del mismo virrey y del arzobispo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 37, 22-23
No me abandones, Señor, Dios mío, no te quedes lejos; apresúrate a venir en mi ayuda, Señor mío, mi salvación.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y lleno de misericordia, de cuya bondad proviene que tus fieles puedan servirte con toda dignidad; concédenos que caminemos sin tropiezos hacia los bienes prometidos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Flp 2, 12-18
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos.
Queridos míos, ustedes que siempre me han obedecido, trabajen por su salvación con temor y temblor, no solamente cuando estoy entre ustedes, sino mucho más ahora que estoy ausente. Porque Dios es el que produce en ustedes el querer y el hacer, conforme a su designio de amor. Procedan en todo sin murmuraciones ni discusiones: así serán irreprochables y puros, hijos de Dios sin mancha, en medio de una generación extraviada y pervertida, dentro de la cual ustedes brillan como rayos de luz en el mundo, mostrándole la Palabra de Vida. De esa manera, el Día de Cristo, yo podré gloriarme de no haber trabajado ni sufrido en vano. Y aunque mi sangre debiera derramarse como libación sobre el sacrificio y la ofrenda sagrada, que es la fe de ustedes, yo me siento dichoso y comparto su alegría. También ustedes siéntanse dichosos y alégrense conmigo.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Ayer Pablo nos mostró cómo Cristo ha entrado en la gloria por haber asumido hasta el extremo su condición humana. Que los cristianos lo imiten comprometiéndose con la obra de la salvación, ellos se preparan una vida de dicha y gloria con Dios. Y si este paso de la obediencia a la gloria implica, como en Jesús, el sacrificio y la muerte, Pablo está totalmente dispuesto a tomar sobre sí esta prueba en beneficio de sus fieles. De ahí que los responsables eclesiales no deberían nunca presentarse en atuendo triunfalista, sino simplemente con “temor y temblor” (cf 1Cor 2,3) al comunicar el Evangelio, que no se impone, sino que se ofrece. Lo único que pueden hacer los cristianos es ofrecer modestamente la luz que Dios les ha concedido gratuitamente. Pablo se acuerda de las olimpíadas que culminaban muchas veces celebrando un sacrificio, y está dispuesto a “derramarse como libación sobre el sacrificio y ofrenda sagrada que es la fe” de los filipenses.
SALMO Sal 26, 1. 4. 13-14
R. ¡El Señor es mi luz y mi salvación! El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? R.
Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la Casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su Templo. R.
Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor. R.
ALELUYA 1Ped 4, 14
Aleluya. Felices si son ultrajados por el Nombre de Cristo, porque el Espíritu de Dios reposa sobre ustedes. Aleluya.
EVANGELIO Lc 14, 25-33
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Junto con Jesús iba un gran gentío, y él, dándose vuelta, les dijo: “Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue no puede ser mi discípulo.
¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo: «Éste comenzó a edificar y no pudo terminar».
¿Y qué rey, cuando sale en campaña contra otro, no se sienta antes a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra él con veinte mil?
Por el contrario, mientras el otro rey está todavía lejos, envía una embajada para negociar la paz. De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee no puede ser mi discípulo”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Lucas nos comunica hoy con el Maestro que expone de un modo tajante y explícito las condiciones del discipulado. Para ser discípulo suyo se requiere, en primer lugar, relativizar todo lazo familiar y afectivo. O sea, que la primera condición requerida es el amor preferencial. Todo otro amor humano queda subordinado al amor al Maestro.
La segunda condición es tomar la cruz y seguirlo. Actuar de otro modo sería como quien se pone a edificar una casa sin tener con qué acabarla o declarar una guerra sin contar con el contingente necesario y preparado para tal empresa. ¡Qué paradoja! Si para construir o emprender una guerra hace falta contar con medios, para ser discípulos lo esencial es no poseerlos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio sea para ti una ofrenda pura, y para nosotros, fuente generosa de tu misericordia.
Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 6, 58
Dice el Señor: “Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene vida, vivo por el Padre, el que me come vivirá por mí”.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, acrecienta en nosotros la acción de tu poder, para que alimentados con este divino sacramento, nos preparemos a recibir los bienes que nos promete. Por Jesucristo nuestro Señor
Nace en Arona (Italia) en 1538. Es hijo del conde Gilberto y de Margarita de Módicis, hermana del Papa Pío IV. A los 14 años ingresa en la universidad, y a los 16 es ya doctor en jurisprudencia. Admirado de sus virtudes y de su inteligencia, su tío Papa lo llama a Roma. A 22 años lo nombra cardenal y primer secretario del Estado Vaticano. A los 25 lo ordena sacerdote y lo nombra arzobispo de Milán. Aquí emprende la ‘formación permanente” del clero; funda seminarios con un plan de formación que se extiende a otras diócesis; reforma los monasterios; construye hospitales y hospicios. Visita personalmente su extensa arquidiócesis. Aconseja a los sacerdotes: ‘Procuren ante todo predicar con la vida y las costumbres”. En la epidemia de 1576, pone su domicilio al servicio de los apestados, incluida su cama. En 1584, agotado por las fatigas, a 46 años, se va a recibir el premio eterno de manos del Buen Pastor.
ANTÍFONA DE ENTRADA
El Señor lo eligió como sumo sacerdote, y abriendo sus tesoros lo colmo de bienes.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios Nuestro, te pedimos que conserves en tu pueblo aquel espíritu que derramaste en el obispo san Carlos Borromeo, para que la Iglesia se renueve incesantemente y, transformándose en imagen de Cristo, pueda mostrar al mundo el rostro de tu Hijo. Que es Dios y vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
LECTURA Flp 3, 3-8
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos.
Hermanos: Los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que ofrecemos un culto inspirado en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, en lugar de poner nuestra confianza en la carne, aunque yo también tengo motivos para poner mi confianza en ella. Si alguien cree que puede confiar en la carne, yo puedo hacerlo con mayor razón; circuncidado al octavo día; de la raza de Israel y de la tribu de Benjamín; hebreo, hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, un fariseo; por el ardor de mi celo, perseguidor de la Iglesia; y en lo que se refiere a la justicia que procede de la Ley, de una conducta irreprochable. Pero todo lo que hasta ahora consideraba una ganancia, lo tengo por pérdida, a causa de Cristo. Más aún, todo me parece una desventaja comparado con el inapreciable conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por Él he sacrificado todas las cosas, a las que considero como desperdicio, con tal de ganar a Cristo.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Pablo afirma que el verdadero pueblo de Dios está formado por todos los que practican “el culto según el Espíritu de Dios” (cf.Jn 4, 23-24), independientemente, que sean judíos o gentiles. El verdadero fundamento de la salvación es Cristo, la fe en Él, y no la “carne”, o sea, los meros privilegios raciales o religioso culturales de Israel (cf.Gál 6,12). Pablo posee todos los títulos requeridos para vanagloriarse de ser un judío entre los judíos. Sus siete títulos enumerados aquí son “pérdida” comparados con la “ganancia” de Cristo. Con ello, Pablo nos da un magnífico testimonio de cómo debe ser una verdadera conversión: no se trata sólo de pasar del “judaísmo” al “cristianismo”, sino de pasar del fanatismo e intransigencia a una actitud auténticamente libre. Para Pablo sólo cuenta haber conocido a Cristo. Él es la clave que soluciona el sentido de nuestra existencia.
SALMO Sal 104, 2-7
R. ¡Alégrense los que buscan al Señor!
¡Canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus maravillas! ¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! R.
¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro; recuerden las maravillas que Él obró, sus portentos y los juicios de su boca! R.
Descendientes de Abraham servidor, hijos de Jacob, su elegido: el Señor es nuestro Dios, en toda la tierra rigen sus decretos. R.
ALELUYA Mt 11, 28
Aleluya. “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Lc 15, 1-10
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo, pero los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo entonces esta parábola: “Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: «Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido». Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”. Y les dijo también: “Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: «Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido». Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Lucas nos ofrece hoy las parábolas de la oveja y de la moneda pérdidas, que junto con la del hijo pródigo constituyen las tres parábolas de la misericordia de Dios. En ellas resalta el gozo y la alegría de recuperar lo que se había perdido, gracias al amor misericordioso del Padre por la gestión del Hijo, que “acoge a los pecadores y come con ellos”. La misericordia divina es una de las constantes bíblicas y síntesis de toda la historia de la salvación, que culmina en Cristo, imagen y espejo del rostro misericordioso del Padre. Dios Padre no margina a nadie, sino que se alegra de recuperar y salvar al hombre perdido en la soledad de su pecado, devolviéndole su dignidad. Su perdón y su misericordia, lejos de humillar al hombre y de ofender su dignidad personal, le devuelve su categoría de hijo suyo y de hermano de los demás hombres. Que Dios sea Dios y pierda, en cierto sentido su tiempo, por una sola oveja perdida ¿no es asombroso?
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, mira los dones depositados sobre tu altar en la conmemoración de san Carlos, y por la eficacia de este sacrificio concede que, así como a él lo esclareciste por su admirable solicitud pastoral y el mérito de sus insignes virtudes, también a nosotros nos hagas abundar en frutos de buenas obras. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 15, 16
Dice el Señor: “No son ustedes los que me eligieron, sino yo el que los elegí y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, te pedimos que este sacramento recibido nos obtenga aquella fortaleza de espíritu, que hizo a san Carlos fiel en el desempeño de su ministerio episcopal y fervoroso en la práctica de la caridad. Por Jesucristo nuestro Señor.
No me abandones, Señor, Dios mío, no te quedes lejos; apresúrate a venir en mi ayuda, Señor mío, mi salvación.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y lleno de misericordia, de cuya bondad proviene que tus fieles puedan servirte con toda dignidad; concédenos que caminemos sin tropiezos hacia los bienes prometidos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Flp 3,17 – 4,1
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos
Hermanos: Sigan mi ejemplo y observen atentamente a los que siguen el ejemplo que yo les he dado. Porque ya les advertí frecuentemente y ahora les repito llorando: hay muchos que se portan como enemigos de la cruz de Cristo. Su fin es la perdición, su dios es el vientre, su gloria está en aquello que los cubre de vergüenza, y no aprecian sino las cosas de la tierra. En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga de allí como Salvador el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro pobre cuerpo mortal, haciéndolo semejante a su cuerpo glorioso, con el poder que tiene para poner todas las cosas bajo su dominio.
Por eso, hermanos míos muy queridos, a quienes tanto deseo ver, ustedes que son mi alegría y mi corona, amados míos, perseveren firmemente en el Señor.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Pablo no se olvida de que él ha estrenado a los filipenses para las olimpiadas de la vida en Cristo, y por ello puede presentarse de nuevo como maestro o modelo. Esta imitación de los filipenses ha de encuadrarse en la rigurosa disciplina de una unidad comunitaria. Pablo pone en guardia a sus destinatarios con estas exhortaciones para que no se dejen seducir por “los enemigos de la cruz de Cristo” (cf.Gál 5,11; 1 Cor 1,17-18). El cristiano, por tanto, pone su absoluto en Dios y en la vida que Él nos da en Cristo Jesús; éste es el sentido de la expresión “somos ciudadanos del cielo”. Se trata de ofrecer ahora “nuestro pobre cuerpo mortal” a la acción transfiguradora de Aquel que ha vencido a la muerte muriendo sobre la cruz.
SALMO Sal 121, 1-2-5
R. ¡Vamos con alegría a la Casa del Señor!
¡Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la Casa del Señor”! Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén. R.
Jerusalén, que fuiste construida como ciudad bien compacta y armoniosa. Allí suben las tribus, las tribus del Señor. R.
Según es norma en Israel, para celebrar el Nombre del Señor. Porque allí está el trono de la justicia, el trono de la casa de David. R.
ALELUYA
Aleluya. El amor de Dios ha llegado a su plenitud, en aquél que cumple la palabra de Cristo. Aleluya.
EVANGELIO Lc 16, 1-8
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús decía a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes.
Lo llamó y le dijo: “¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto”. El administrador pensó entonces: “¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!” Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: “¿Cuánto debes a mi señor?
Veinte barriles de aceite”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez”. Después preguntó a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?” “Cuatrocientos quintales de trigo”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo y anota trescientos”. Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Al narrar la parábola del administrador astuto, se advierte claramente la intención de Jesús. Si ha comenzado la época mesiánica, no hay tiempo que perder para asegurar el futuro. Ahora bien, ¿por qué no seguir el ejemplo de los hombres de negocios que saben prever, saben contar con las circunstancias y saben actuar con eficacia? Traducido a nuestro tiempo: cuando se piensa en el ansia de eficacia y rendimiento del hombre moderno, ¿cómo puede el cristiano limitarse a hermosas y vanas palabras sobre el hambre o sobre la guerra? Hemos hablado mucho, urge actuar. Pongamos, pues, manos a la obra y respondamos por nuestra parte, a los grandes desafíos que se imponen a todos. El Maestro no alaba la inmoralidad, sino la sagacidad del administrador. La sagacidad que él usa para la deshonestidad, debería ser usada por los cristianos para crecer en la justicia y en la honradez.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio sea para ti una ofrenda pura, y para nosotros, fuente generosa de tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 6, 58
Dice el Señor: “Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene vida, vivo por el Padre, el que me come vivirá por mí”.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, acrecienta en nosotros la acción de tu poder, para que alimentados con este divino sacramento, nos preparemos a recibir los bienes que nos promete. Por Jesucristo nuestro Señor
Los discípulos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración en compañía de María, la Madre de Jesús.
ORACIÓN COLECTA
Dios, Padre de misericordia, cuyo Hijo, clavado en la cruz, nos entregó a su Madre, santa María Virgen, como Madre nuestra; por su intercesión, concédenos que tu Iglesia sea cada día más fecunda, se alegre por la santidad de sus hijos y atraiga a su seno a todos los pueblos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Flp 4, 10-19
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos.
Hermanos: Yo tuve una gran alegría en el Señor cuando vi florecer los buenos sentimientos de ustedes con respecto a mí; ciertamente los tenían, pero les faltaba la ocasión de demostrarlos. No es la necesidad la que me hace hablar, porque he aprendido a hacer frente a cualquier situación. Yo sé vivir tanto en las privaciones como en la abundancia; estoy hecho absolutamente a todo, a la saciedad como al hambre, a tener de sobra como a no tener nada. Yo lo puedo todo en aquél que me conforta. Sin embargo, ustedes hicieron bien en interesarse por mis necesidades. Y ya saben, filipenses, que al comienzo de la evangelización, cuando dejé Macedonia, ninguna otra Iglesia me ayudó económicamente.
Ustedes fueron los únicos que, cuando estaba en Tesalónica, en dos ocasiones me enviaron medios para asistirme en mis necesidades. No es que yo busque regalos; solamente quiero darles la ocasión de que ustedes se enriquezcan cada vez más delante de Dios. Por el momento, tengo todo lo necesario y más todavía. Vivo en la abundancia desde que Epafrodito me entregó la ofrenda de ustedes, como perfume de aroma agradable, como sacrificio aceptable y grato a Dios. Dios colmará con magnificencia todas las necesidades de ustedes, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Pablo está preso y necesita ayuda. Los filipenses ya le habían ayudado en el viaje anterior cuando estaba en Tesalónica (cf. v. 16). La comunidad llega ahora a conocer los hechos y tras varios intentos de socorrer a Pablo en la tribulación, logran hacerle llegar una ayuda monetaria, por medio de Epafrodito, quien es el portador de la carta. Desde los comienzos estos nuevos cristianos se sintieron deudores de quien les dio, gratuitamente, la riqueza de la fe. Los filipenses se han hecho solidarios con Pablo en sus necesidades materiales y en sus proyectos apostólicos.
Todo esto va más allá del mero hecho de ofrecer dinero y se convierte en una liturgia, un servicio que, en última instancia, se rinde a Dios.
“Yo lo puedo todo en aquél que me conforta, es decir, de todo me siento capaz, pues Cristo me da la fuerza” (Flp 4, 13)
SALMO Sal 111, 1-2. 5-6. 8-9
R. ¡Feliz el que teme al Señor!
Feliz el hombre que teme al Señor y se complace en sus mandamientos. Su descendencia será fuerte en la tierra: la posteridad de los justos es bendecida. R.
Dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con rectitud. El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre. R.
Su ánimo está seguro, y no temerá, él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. R.
ALELUYA 2Cor 8, 9
Aleluya. Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza. Aleluya.
EVANGELIO Lc 16, 9-15
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús decía a sus discípulos: “Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que este les falte, ellos los reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco también es deshonesto en lo mucho.
Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes? Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al dinero”. Los fariseos, que eran amigos del dinero, escuchaban todo esto y se burlaban de Jesús. Él les dijo: “Ustedes aparentan rectitud ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que es estimable a los ojos de los hombres resulta despreciable para Dios”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Las apariencias no siempre reflejan la realidad. Los fariseos se creían justos y, sin embargo, Jesús los declara abominables, e indica al mismo tiempo, la necesidad de mantenerse fieles, aún estando en situaciones injustas o de pecado. Sólo Dios es capaz de juzgar y lo hace según el corazón de cada uno.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta nuestros dones, Señor, y conviértelos en el sacramento de la salvación, para que nos enciendan en el amor de la Virgen María, Madre de la Iglesia, y merezcamos ser asociados, con ella, más íntimamente a la obra de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf. Jn 19, 26-27
Mientras estaba en la cruz, dijo Jesús al discípulo a quién él amaba: aquí tienes a tu madre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre misericordioso, hemos recibido el anticipo de la redención y de la vida; te pedimos humildemente que tu Iglesia, por la intervención materna de la Virgen María, ilumine a las naciones con el anuncio del Evangelio y colme el mundo entero con la efusión del Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Que mi plegaria llegue a tu presencia, Señor; inclina tu oído a mi clamor.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y rico en misericordia, aleja de nosotros todos los ma!es, para que, sin impedimentos en el alma y én el cuerpo, cumplamos tu voluntad con libértad de espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Sab 1, 1-7
Lectura del libro de la Sabiduría.
Amen la justicia, ustedes, los que gobiernan la tierra, piensen rectamente acerca del Señor y búsquenlo con sencillez de corazón. Porque El se deja encontrar por los que no lo tientan, y se manifiesta a los que no desconfían de El. Los pensamientos tortuosos apartan de Dios, y el Poder puesto a prueba confunde a los insensatos. La Sabiduría no entra en un alma que hace el mal ni habita en un cuerpo sometido al pecado Porque el santo espíritu, el educador, huye de la falsedad, se aparta de los razonamientos insensatos, y se siente rechazado cuando sobreviene la injusticia. La Sabiduría es un espíritu amigo de los hombres, pero no dejará sin castigo las palabras del blasfemo, porque Dios es el testigo de sus sentimientos, el obsebador veraz de su corazón, y escucha todo lo que dice su lengua. Porque el espíritu del Señor llena la tierra, y El, que mantiene unidas todas las cosas, sabe todo lo que se dice.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 138, 1-10
R. ¡Llévame por el camino eterno, Señor!
Señor, Tú me sondeas yme conoces, Tú sabes si me Siento o me levanto; de lejos percibes lo que pienso, te das cuenta si camino o si descanso, y todos mis pasos te son familiares. R.
Antes que la palabra esté en mi lengua, Tú, Señor, la conoces plenamente; me rodeas por detrás y por delante y tienes puesta tu mano sobre mí; una ciencia tan admirable me sobrepasa: es tan alta que no puedo alcanzarla. R.
¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiré de tu presencia? Si subo al cielo, allí estás Tú; si me tiendo en el Abismo, estás presente. R.
Si tomara las alas de la aurora y fuera a habitar en los confines del mar, también allí me llevaría tu mano y me sostendría tu derecha. R.
ALELUYA Flp 2,15.16
Aleluya. Brillen el como rayos de luz en el mundo, mostrando la palabra de vida. Aleluya.
EVANGELIO Lc 17, 1-6
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: “Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquél que los ocasiona! Más te valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños. Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo,y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca siete veces al día contra ti, y.otras tantas vuelvé a ti, diciendo: “Me arrepiento”, perdónalo”. Los Apóstoles dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. El respondió: “Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: “Arráncaté de raíz y plántate en el mar”, ella les obedecería”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Lucas reúne aquí algunos fragmentos que pertenecen quizás a un discurso del Maestro sobre las condiciones para entrar y vivir en la comunidad del Reino. Contiene tres importantes normas de conducta: 1) No escandalizar a los débiles o pequeños en la fe. La sociedad paga tributo a sus propios escándalos: todas las formas de violencia tienen su ensayo y aprendizaje en los medios. 2) Perdonar siempre al hermano que cae. Así es el amor misericordioso de Dios: sin límites para el perdón, porque no hay perdón posible sin amor. 3) Crecer en la fe, hecha de una confianza incondicional a Dios y dejarse conducir por ella. Las dificultades reales son proporcionales a la fuerza o debilidad de la fe que es la raíz. Y cuando ésta se remece tiembla todo el árbol. Por eso, hacemos nuestra la petición de los discípulos y decimos al Maestro: “Auméntanos la fe”.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad este sacrificio, Señor, y concédenos alcanzar los frutos de la pasión de tu Hijo, que ahora celebramos sacramentalmente. El que vive y reina por los siglos de los siglos.
ÁNTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr.Sal 22, 1-2
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. El me hace descansar en verdes praderas y me conduce a las aguas tranquilas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Padre, por la eucaristía que nos ha alimentado; imploramos tu misericordia para que, por el Espíritu Santo, quienes recibimos la fuerza de lo altó perseveremos fielmente Por Jesucristo, nuestro Señor
Que mi plegaria llegue a tu presencia, Señor; inclina tu oído a mi clamor.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y rico en misericordia, aleja de nosotros todos los ma!es, para que, sin impedimentos en el alma y én el cuerpo, cumplamos tu voluntad con libértad de espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Sab 2, 23—3, 9
Lectura del libro de la Sabiduría.
Dios creó al hombre para que fuera incorruptible y lo hizo a imagen de su propia naturaleza, pero por la envidia del demonio entró la muerte en el mundo, y los que pertenecen a él tienen que padecerla. Las almas de los justos están en las manos de Dios, y no los afectará ningún tormento. A los ojos de los insensatos parecían muertos; su partida de este mundo fue considerada una desgracia y su alejamiento de nosotros, una completa destrucción; pero ellos están en paz. A los ojos de los hombres, ellos fueron castigados, pero su esperanza estaba colmada de inmortalidad. Por una leve corrección, recibirán grandes beneficios, porque Dios los puso a prueba y los encontró dignos de él. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto. Por eso brillarán cuando Dios los visite, y se extenderán como chispas por los rastrojos. Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor será su rey para siempre. Los que confían en él comprenderán la verdad y los que le son fieles permanecerán junto a él en el amor. Porque la gracia y la misericordia son para sus elegidos.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
No hay nada que nos indigne más que el sufrimiento y la muerte del justo, mientras a los malvados “les va bien”. La lectura nos hace ver que, aunque los justos sufran pruebas, lo que les espera supera todo dolor y sacrificio. Dios mismo quiere compartir su vida con los justos que permanecerán para siempre junto a Él en el amor.
SALMO Sal 33, 2-3. 16-19
R. ¡Bendeciré al Señor en todo tiempo!
Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. Mi alma se gloría en el Señor: que lo oigan los humildes y se alegren.
R.¡Bendeciré al Señor en todo tiempo!
Los ojos del Señor miran al justo y sus oídos escuchan su clamor; pero el Señor rechaza a los que hacen el mal para borrar su recuerdo de la tierra.
R.¡Bendeciré al Señor en todo tiempo!
Cuando ellos claman, el Señor los escucha y los libra de todas sus angustias. El Señor está cerca del que sufre y salva a los que están abatidos.
R.¡Bendeciré al Señor en todo tiempo!
ALELUYA Jn 14, 23
Aleluya. «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él», dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Lc 17, 7-10
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando éste regresa del campo, ¿acaso le dirá: “Ven pronto y siéntate a la mesa”? ¿No le dirá más bien: “Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después”? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: “Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Como ha hecho tantas veces en las parábolas, Jesús toma un ejemplo de las costumbres de su tiempo. En este caso, se trata del trabajo menos valorado, el de los siervos. “Es una invitación a la humildad: el que hace lo que Dios le manda no tiene que esperar una recompensa especial, pues no ha hecho sino lo que debía. Si Dios lo quiere recompensar será por pura bondad, no en justicia” (P. Benoit).
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad este sacrificio, Señor, y concédenos alcanzar los frutos de la pasión de tu Hijo, que ahora celebramos sacramentalmente. El que vive y reina por los siglos de los siglos.
ÁNTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr.Sal 22, 1-2
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. El me hace descansar en verdes praderas y me conduce a las aguas tranquilas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te damos gracias, Padre, por la eucaristía que nos ha alimentado; imploramos tu misericordia para que, por el Espíritu Santo, quienes recibimos la fuerza de lo altó perseveremos fielmente Por Jesucristo, nuestro Señor
Vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Se dice Gloria a Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que constituyes un templo eterno para ti con las piedras vivas que son tus elegidos; aumenta en la Iglesia los dones de tu Espíritu para que el pueblo fiel, al ir creciendo de día en día, edifique la Jerusalén celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Señor, que quisiste llamar Iglesia a tu pueblo; concédenos que la comunidad congregada en tu nombre sepa temerte, amarte y seguirte y, guiada por ti, alcance la Vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA Ez 40, 1. 3; 47, 1-2. 8-9. 12
Lectura de la profecía de Ezequiel.
La mano del Señor descendió sobre mí y me llevó a Jerusalén. Y vi a un hombre, que por su aspecto parecía de bronce. Él me hizo volver a la entrada de la Casa, y vi que salía agua por debajo del umbral de la Casa, en dirección al oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia el oriente. El agua descendía por debajo del costado derecho de la Casa, al sur del altar. Luego me sacó por el camino de la puerta septentrional, y me hizo dar la vuelta por un camino exterior, hasta la puerta exterior que miraba hacia el oriente. Allí vi que el agua fluía por el costado derecho. Entonces me dijo: «Estas aguas fluyen hacia el sector oriental, bajan hasta la estepa y van a desembocar en el mar. Se las hace salir hasta el mar, para que sus aguas sean saneadas. Hasta donde llegue el torrente, tendrán vida todos los seres vivientes que se mueven por el suelo y habrá peces en abundancia. Porque cuando esta agua llegue hasta el mar, sus aguas quedarán saneadas, y habrá vida en todas partes adonde llegue el torrente. Al borde del torrente, sobre sus dos orillas, crecerán árboles frutales de todas las especies. No se marchitarán sus hojas ni se agotarán sus frutos, y todos los meses producirán nuevos frutos, porque el agua sale del Santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de remedio».
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Ezequiel prevé el futuro del pueblo exaltando la función del Templo y del verdadero culto que en él se celebrará. De sus cimientos rocosos brotará un río de agua viva que transformará el desierto en un vergel. El simbolismo del agua será aplicado en el Nuevo Testamento a Cristo, fuente de aguas vivas que brotan hasta la vida eterna.
SALMO Sal 45, 2-3. 5-6. 8-9
R. Vengan a contemplar las obras del Señor.
El Señor es nuestro refugio y fortaleza, una ayuda siempre pronta en los peligros. Por eso no tememos, aunque la tierra se conmueva y las montañas se desplomen hasta el fondo del mar.
R. Vengan a contemplar las obras del Señor.
Los canales del Río alegran la Ciudad de Dios, la más santa Morada del Altísimo. El Señor está en medio de ella: nunca vacilará; Él la socorrerá al despuntar la aurora.
R. Vengan a contemplar las obras del Señor.
El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro baluarte es el Dios de Jacob. Vengan a contemplar las obras del Señor, él hace cosas admirables en la tierra.
R. Vengan a contemplar las obras del Señor.
SEGUNDA LECTURA 1Cor 3, 9c-11. 16-17
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Ustedes son el campo de Dios, el edificio de Dios. Según la gracia que Dios me ha dado, yo puse los cimientos como lo hace un buen arquitecto, y otro edifica encima. Que cada cual se fije bien de qué manera construye. El fundamento ya está puesto y nadie puede poner otro, porque el fundamento es Jesucristo. ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Más importante que cualquier templo de piedra somos cada uno de los miembros que formamos la Iglesia. Somos un santuario vivo del Espíritu Santo, y nuestra presencia en el mundo está llamada a ser una presencia sagrada que haga palpable a Dios en medio de los hombres.
ALELUYA 2Crón 7, 16
Aleluya. «Yo he elegido y consagrado esta Casa, a fin de que mi Nombre resida en ella para siempre», dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Jn 2, 13-22
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: “Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio”. Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: “El celo por tu Casa me consumirá”. Entonces los judíos le preguntaron: “¿Qué signo nos das para obrar así?”, Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar”. Los judíos le dijeron: “Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?”. Pero él se refería al templo de su cuerpo. Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús purifica el Templo hecho de piedra para que cumpla su verdadero fin y no se convierta en un lugar de comercio. Él mismo es el santuario porque es quien hace visible la presencia de Dios en medio de los hombres. Como leímos en la primera lectura, nosotros también formamos este santuario edificado sobre el cimiento que es Jesucristo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, la ofrenda que te presentamos, y concédenos el fruto de de tus sacramentos, y el cumplimiento de nuestros deseos. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO
EL MISTERIO DE LA IGLESIA, QUE ES LA ESPOSA DE CRISTO Y EL TEMPLO DEL ESPÍRITU
V/. El Señor esté con ustedes.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Tú quisiste habitar en esta casa de oración, donde siempre nos ayudas con los dones de tu gracia, convirtiéndonos en templos del Espíritu Santo, llamados a resplandecer con una vida agradable a ti. Tú santificas constantemente a la Iglesia, que es la Esposa de Cristo, representada en sus templos visibles.
Para que, como madre feliz de una multitud de hijos, merezca ser introducida en tu gloria del cielo.
Por eso, con los ángeles y los santos, te alabamos, diciendo sin cesar:
Santo, santo, santo...
ANTÍFONA DE COMUNIÓN 1Ped 2, 5
Como piedras vivas, ustedes son un edificio espiritual y un sacerdocio santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, que manfiestas en tu Iglesia un signo visible de la Jerusalén celestial; te pedimos que por la participación de este sacramento, seamos transformados en templo de tu gracia y lleguemos a la morada de tu gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.
El Señor hizo con él una alianza de paz y lo constituyó jefe, confiriéndole para siempre la dignidad sacerdotal.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que no permites que las fuerzas del mal prevalezcan sobre la Iglesia, edifica sobre la sólida piedra de los apóstoles; por la intercesión del Papa san León, concédele permanecer fiel a tu verdad y gozar siempre de la paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Sab 7, 22—8, 1
Lectura del libro de la Sabiduría.
En la Sabiduría hay un espíritu inteligente, santo, único, multiforme, sutil, ágil, perspicaz, sin mancha, diáfano, inalterable, amante del bien, agudo, libre, bienhechor, amigo de los hombres, firme, seguro, sereno, que todo lo puede, lo observa todo y penetra en todos los espíritus: en los inteligentes, los puros y hasta los más sutiles. La Sabiduría es más ágil que cualquier movimiento; a causa de su pureza, lo atraviesa y penetra todo. Ella es exhalación del poder de Dios, una emanación pura de la gloria del Todopoderoso: por eso, nada manchado puede alcanzarla. Ella es el resplandor de la luz eterna, un espejo sin mancha de la actividad de Dios y una imagen de su bondad. Aunque es una sola, lo puede todo; permaneciendo en sí misma, renueva el universo; de generación en generación, entra en las almas santas, para hacer amigos de Dios y profetas. Porque Dios ama únicamente a los que conviven con la Sabiduría. Ella, en efecto, es más radiante que el sol y supera a todas las constelaciones; es más luminosa que la misma luz, ya que la luz cede su lugar a la noche, pero contra la Sabiduría no prevalece el mal. Ella despliega su fuerza de un extremo hasta el otro, y todo lo administra de la mejor manera.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Vale la pena detenerse y meditar cada una de las características del espíritu de sabiduría y pedirle a Dios que infunda esa virtud en nosotros. Es la sabiduría la que nos da el espíritu de profecía y nos hace amigos de Dios.
SALMO Sal 118, 89-91. 130. 135. 175
R. ¡Tu palabra, Señor, permanece para siempre!
Tu palabra, Señor, permanece para siempre, está firme en el cielo. Tu verdad permanece por todas las generaciones; tú afirmaste la tierra y ella subsiste.
Todo subsiste hasta hoy conforme a tus decretos, porque todas las cosas te están sometidas. La explicación de tu palabra ilumina y da inteligencia al ignorante.
Que brille sobre mí la luz de tu rostro, y enséñame tus preceptos. Que yo viva y pueda alabarte, y que tú justicia venga en mi ayuda.
ALELUYA Jn 15, 5
Aleluya. «Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto»,dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Lc 17, 20-25
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Los fariseos le preguntaron a Jesús cuándo llegará el Reino de Dios. Él les respondió: El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’. Porque el Reino de Dios está entre ustedes. Jesús dijo después a sus discípulos: Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’, pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Encontramos en este relato dos enseñanzas: una sobre el Reino y otra sobre el día del Hijo del hombre. El Reino viene sin dejarse sentir y está ya en medio de nosotros; es como la levadura en la masa, está actuando calladamente y transformando desde dentro. Por otro lado, el “día del Hijo del hombre” alude a la manifestación final de Jesucristo que puede llegar en cualquier momento, de manera inesperada como un relámpago.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por estas ofrendas que te presentamos, te rogamos, Señor, que ilumines a tu Iglesia, para que en todo el mundo se acreciente tu rebaño y sus pastores, conducidos por ti, sean de tu agrado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓNCfr. Mt 16, 16-18
Pedro dijo a Jesús: tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le respondió: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Padre, que gobiernes con bondad a tu Iglesia alimentada en esta mesa santa, para que, dirigida por tu mano poderosa, crezca en libertad y persevere firme en la integridad de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Me suscitaré un sacerdote fiel, que obrará conforme a mi corazón, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que fuiste glorificado por la vida y por la muerte del obispo san Martín de Tours, renueva en nuestros corazones las maravillas de tu gracia, para que ni la vida ni la muerte puedan separarnos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Sab 13, 1-9
Lectura del libro de la Sabiduría.
Vanos por naturaleza son todos los hombres que han ignorado a Dios, los que, a partir de las cosas visibles, no fueron capaces de conocer a «Aquél que es», y al considerar sus obras, no reconocieron al Artífice. En cambio, tomaron por dioses rectores del universo al fuego, al viento, al aire sutil, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa o a los astros luminosos del cielo. Ahora bien, si fascinados por la hermosura de estas cosas, ellos las consideraron como dioses, piensen cuánto más excelente es el Señor de todas ellas, ya que el mismo Autor de la belleza es el que las creó. Y si quedaron impresionados por su poder y energía, comprendan, a partir de ellas, cuánto más poderoso es el que las formó. Porque, a partir de la grandeza y hermosura de las cosas, se llega, por analogía, a contemplar a su Autor. Sin embargo, estos hombres no merecen una grave reprensión, porque tal vez se extravían buscando a Dios y queriendo encontrarlo; como viven ocupándose de sus obras, las investigan y se dejan seducir por lo que ven: ¡tan bello es el espectáculo del mundo! Pero ni aún así son excusables: si han sido capaces de adquirir tanta ciencia para escrutar el curso del mundo entero, ¿cómo no encontraron más rápidamente al Señor de todo?
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La contemplación y hasta el estudio de las cosas creadas nos deben llevar a Dios su creador. Todo es reflejo de su ser y sus obras tan maravillosas en sí mismas, al punto que muchas veces nos hacen olvidarnos de su verdadero origen: Dios.
SALMO Sal 18, 2-5
R. ¡El cielo proclama la gloria de Dios!
El cielo proclama la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos; un día transmite al otro este mensaje y las noches se van dando la noticia.
R.¡El cielo proclama la gloria de Dios!
Sin hablar, sin pronunciar palabras, sin que se escuche su voz, resuena su eco por toda la tierra y su lenguaje, hasta los confines del mundo.
R.¡El cielo proclama la gloria de Dios!
ALELUYA Lc 21, 28
Aleluya. Tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación. Aleluya.
EVANGELIO Lc 17, 26-37
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: “En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos. Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre. En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que trate de salvar su vida la perderá; y el que la pierda la conservará. Les aseguro que en esa noche, de dos que estén en el mismo lecho, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada”. Entonces le preguntaron: ¿Dónde sucederá esto, Señor?. Jesús les respondió: “Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
En el lenguaje de Jesús “el día del Hijo del hombre” expresa lo que la tradición de un gran sector de judíos creía. Se trata del fin de los tiempos que viene de un modo abrupto, imponiendo justicia, renovando la creación y liberando del mal. Ese día, llamado por los profetas “el día de Yavé”, será un día de alegría para los oprimidos, pero un día nefasto para los opresores, porque será un día de justicia.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor y Dios nuestro, los dones que te presentamos con alegría en honor de san Martín de Tours, y haz que, gracias a este sacrificio, ni la adversidad ni la prosperidad puedan apartarnos del camino recto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf. Mt 25, 40
Dice el Señor: les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados con el sacramento de la unidad, ayúdanos, Padre, a hacer siempre tu voluntad, para que, así como el obispo san Martín te obedeció de todo corazón, también nosotros vivamos el gozo de ser verdaderamente tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Por la alianza del Señor y la ley de nuestros Padres, los Santos de Dios perseveremos en el amor fraterno; mantuvieron un mismo espíritu y una misma fe.
ORACIÓN COLECTA
Señor nuestro, reaviva en tu Iglesia el Espíritu que impulsó a san Josafat a dar la vida por sus fieles, para que, por su intercesión, fortalecidos por el mismo Espíritu no temamos dar la vida por nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Sab 18, 14-16; 19, 6-9
Lectura del libro de la Sabiduría.
Cuando un silencio apacible envolvía todas las cosas, y la noche había llegado a la mitad de su rápida carrera, tu Palabra omnipotente se lanzó desde el cielo, desde el trono real, como un guerrero implacable, en medio del país condenado al exterminio. Empuñando como una espada afilada tu decreto irrevocable, se de tú voy sembró la muerte por todas partes: a la vez que tocaba el cielo, avanzaba sobre la tierra. Porque la creación entera, obedeciendo a tus órdenes, adquiría nuevas formas en su propia naturaleza, para que tus hijos fueran preservados incólumes. Se vio a la nube cubrir el campamento con su sombra y emerger la tierra seca de lo que antes era agua; apareció en el Mar Rojo un camino despejado y una verde llanura, entre las olas impetuosas: por allí pasó todo un pueblo, protegido por tu mano, contemplando prodigios admirables. Eran como caballos en un pastizal y retozaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su liberador.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Un hecho señero quedó vivo en la historia de Israel y fue celebrado con solemnidad anualmente: la liberación de Egipto en sus dos momentos estelares: la muerte de los primogénitos y el paso del mar Rojo. De ahí que el autor relee los antiguos episodios del Éxodo como otras tantas profecías del último día, de la resurrección de los cuerpos, de la transfiguración del cosmos. La salvación es, por tanto, espiritual, corporal y cósmica. Ella no nos salva del mundo; salva al mundo con nosotros.
SALMO Sal 104, 2-3. 36-37. 42-43
R. ¡Recuerden las maravillas que hizo el Señor!
¡Canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus maravillas! ¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! R.
Hirió de muerte a los primogénitos de aquel país, a las primicias de todo ser viviente; sacó a su pueblo cargado de oro y plata, y nadie desfalleció entre sus tribus. R.
Él se acordó de la palabra sagrada, que había dado a Abraham, su servidor, e hizo salir a su pueblo con alegría, a sus elegidos, entre cantos de triunfo. R.
ALELUYA Cfr. 2Tes 2, 14
Aleluya. Dios nos llamó, por medio del Evangelio, para que poseamos la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Aleluya.
EVANGELIO Lc 18, 1-8
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: “En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: “Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario”. Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme”. Y el Señor dijo: “Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a El día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que, en un abrir y cerrar de ojos, les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La mujer de la parábola persiste en la oración y recibe la aprobación elogiosa del Maestro. Aunque el juez no la escucha en cuanto juez, ella sigue insistiendo porque sabe que al final la súplica «inútil» resultará útil. Este juez no es ningún símbolo del Padre celestial; la mujer es nuestro símbolo. La perseverancia no es lo mismo que la impaciencia y sólo el paciente es perseverante. Y si un juez sin conciencia termina por ceder a las súplicas importunas, ¿no atenderá el Padre a las súplicas de sus hijos? Toda oración perseverante tiene prometido un despacho favorable. Toda oración perseverante lleva al conocimiento de la propia nada ante el todo del poder y de la bondad del Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios clementísimo, derrama tu bendición sobre estos dones, y confírmanos en la fe que san Josafat atestiguó con su sangre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Mt 10, 39
Dice el Señor: el que pierda su vida por mí, la encontrará.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre, la participación en esta mesa celestial nos obtenga el Espíritu de fortaleza y de paz, para que, siguiendo el ejemplo de san Josafat, entreguemos generosamente nuestra vida por el honor y la unidad de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Dice el Señor: “Yo tengo designios de paz, y no de aflicción. Invóquenme y los escucharé y pondré fin al cautiverio de ustedes”.
ACTO PENITENCIAL
·Defensor de tus hermanos: Cuando no tomamos conciencia de nuestros dones y cualidades. Señor, ten piedad.
·Consuelo de los afligidos: Cuando no creemos en el valor de los pequeños gestos. Cristo, ten piedad.
·Fortaleza de los débiles: Cuando muchas veces somos negligentes y perezosos. Señor, ten piedad.
SE DICE GLORIA A DIOS
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos vivir siempre con alegría bajo tu mirada, ya que la felicidad plena y duradera consiste en servirte a ti, fuente y origen de todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMER LECTURA
La mujer que describe el libro de los Proverbios, es un prototipo de servicio cotidiano, en la familia y en la sociedad.
Lectura del libro de los Proverbios 31,10-13. 19-20. 30-31
Una buena ama de casa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación. Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida. Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos. Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Abre su mano al desvalido y tiende sus brazos al indigente. Engañoso es el encanto y vana la hermosura: la mujer que teme al Señor merece ser alabada. Entréguenle el fruto de sus manos y que sus obras la alaben públicamente.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
En la época en que es redactado este elogio a la mujer, los israelitas la consideran aún como una menor de edad. El muro de su casa es considerado como la defensa que la protege de influencias nefastas. A pesar de esto, la esposa judía no es de ningún modo la secuestrada que conocen otras culturas. Al menos en las familias acomodadas la mujer asume responsabilidades que permiten el desarrollo de una auténtica personalidad. Las cualidades de una mujer perfecta son: trabajadora, se interesa por los pobres, habla con sabiduría y bondad, se entrega por entero al esposo y a los hijos, que sólo pueden alabarla; el amor de Dios y del prójimo tienen morada en ella; teme a Dios. El sabio está convencido de la felicidad del hombre que posee este tesoro que lo acompaña en el camino de su vida.
SALMO Sal 112 7, 1-5
En consonancia con esta conducta, el salmo resalta nuevamente los sencillos goces de la vida familiar, para significar la felicidad de quienes siguen al Señor. Participamos de esta oración, aclamando:
¡Feliz quien ama al Señor!
Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien. R.
Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. R.
¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! ¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida: que contemples la paz de Jerusalén! R.
SEGUNDA LECTURA 1Tes 5, 1-6
San Pablo nos invita a vivir como “hijos de la luz” mientras esperamos el gran “Día del Señor”.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos: En cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba. Ustedes saben perfectamente que el Día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche. Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la destrucción caerá sobre ellos repentinamente, como los dolores del parto sobre una mujer embarazada, y nadie podrá escapar. Pero ustedes, hermanos, no viven en las tinieblas para que ese día los sorprenda como un ladrón: todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. No nos durmamos, entonces, como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Cuando Pablo escribe esta página, que tiene por fin responder a la pregunta sobre cuándo vendrá el Señor, los evangelios aún no se escribían. Sin embargo, hallamos en ellos este modo de hablar. Tenemos, pues, la prueba de un magisterio oral, común en la Iglesia. La venida del Señor es comparable a la llegada de un ladrón, que no se sabe cuándo viene (cf.Mt 24,43; Lc 12,39). Y llega en el momento más inesperado; cuando estén diciendo ‘paz y seguridad” ya no habrá salida. Por tanto, la actitud más correcta de los hijos del día es la de la vigilancia en la sobriedad (cf.Mc 13,35-37; Ped 1,13; 4, 7; 5, 8 y Evangelio del 32° domingo, A). Desde los primeros cristianos hasta los Testigos de Jehová han sido muchos los que han anunciado y aguardado la inmediata venida del Señor. Pero no ha sucedido así Nadie sabe ni el cuándo ni el cómo llegará ese día. San Agustín responde diciendo: ‘Se oculta aquel día para que se observen todos”.
ALELUYA Jn 15, 4. 5
Aleluya. “Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. El que permanece en mí da mucho fruto”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mt 25, 14-30
Nuestro servicio al Reino de Dios reclama que hagamos rendir los “talentos” que el Señor nos dio.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. “Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado”. “Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor”. Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: “Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado”. “Está bien, servidor bueno y fiel; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor”. Llegó luego el que había recibido un solo talento. “Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!”. Pero el señor le respondió: “Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Mateo insiste aquí sobre el compromiso responsable de los cristianos, quienes son cooperadores de Dios en el cumplimiento de sus planes. Como un empresario que compromete su capital, Dios arriesga su Palabra, sus sacramentos, con fiándolos a nuestros cuidados, para que gestionemos una buena administración. Hoy leemos el Evangelio de la audacia, del riesgo, del ‘perderla vida, para conservarla”. El Maestro exige a sus discípulos audacia, valor, espíritu de aventura, y muchas veces la educación religiosa, fue una formación a la seguridad, a la prudencia, a la conservación. ¡Un don no se entierra!. Al rehusar el riesgo, el siervo que recibió un talento, se entierra a sí mismo y 0pta por la muerte. Cuando un cristiano ha aceptado dar su vida por el Reino, ha dado un paso importante y urgente. Así se explica que “el que pone la mano en el arado y mira hacia atrás”, no halla sino frustración y sentido de inutilidad.
SE DICE EL CREDO
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos: Ayúdanos a dar mucho fruto.
·Para que la Iglesia pueda multiplicar el tesoro del Evangelio que Cristo le ha confiado. Junto a María oremos.
·Para que se asegure la igualdad de oportunidades educativas para todos y no se pierda ningún talento. Junto a María oremos.
·Para que los que padecen la tentación de la pereza, la negligencia, y el pesimismo “despierten” y pongan a fructificar los dones recibidos. Junto a María oremos.
·Para que todas las instituciones diocesanas y parroquiales se esfuercen al máximo por reflejar al “servidor bueno y fiel”. Junto a María oremos.
·Por los enfermos para que reciban el alivio en su enfermedad, consolados por el amor de Dios. Junto a María oremos. (nombrar)
·Por todos los difuntos que tanto amamos en su vida terrenal, para que el Señor les de la paz de la vida eterna. Junto a María oremos (nombrar)
(Añadir y/o sustituir intenciones, dando lugar a otras que reflejen las necesidades del momento y/o de la comunidad).
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS: El Señor nos ha colmado de dones. Por eso conscientes de haber recibido gratuitamente lo que somos y tenemos, presentemos al Señor el esfuerzo por producir mucho fruto.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que esta ofrenda sea agradable a tus ojos, nos otorgue la gracia de servirte con amor, y nos obtenga los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DOMINICAL
Cristo nos llama a invertir nuestros talentos por el Reino. Por eso, junto al celebrante, demos gracias al Señor nuestro Dios, porque ha dejado su huella en el hombre y nos llama a cooperar en el proyecto de la creación.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 72, 28
Mi dicha es estar cerca de Dios, y poner mi refugio en el Señor.
COMUNIÓN: La eucaristía es el máximo don de Dios y anticipo del premio eterno para los servidores fieles. Con alegría, vayamos a la mesa del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de haber recibido los dones pascuales te pedimos humildemente, Señor, que la Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en su memoria aumente la caridad en todos nosotros. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
CANTO FINAL: Queridos amigos: Con alegría, por los talentos que a todos Dios nos ha dado, nos retiramos cantando
Dice el Señor: “Yo tengo designios de paz y no de aflicción. Invóquenme y los escucharé y pondré fin a su cautiverio”.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos vivir siempre con alegría bajo tu mirada, ya que la felicidad plena y duradera consiste en servirte a ti, fuente y origen de todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 1Mac 1,10-15.41-43.54-57.62-64
Lectura del primer libro de los Macabeos.
En aquellos días: Surgió un vástago perverso, Antíoco Epífanes, hijo del rey Antíoco, que había estado en Roma como rehén y subió al trono el año ciento treinta y siete del Imperio griego. Fue entonces cuando apareció en Israel un grupo de renegados que sedujeron a muchos, diciendo: “Hagamos una alianza con las naciones vecinas, porque desde que nos separamos de ellas, nos han sobrevenido muchos males”. Esta propuesta fue bien recibida, y algunos del pueblo fueron en seguida a ver al rey y éste les dio autorización para seguir las costumbres de los paganos. Ellos construyeron un gimnasio en Jerusalén al estilo de los paganos, disimularon la marca de la circuncisión y, renegando de la santa alianza, se unieron a los paganos y se entregaron a toda clase de maldades. El rey promulgó un decreto en todo su reino, ordenando que todos formaran un solo pueblo y renunciaran a sus propias costumbres. Todas las naciones se sometieron a la orden del rey y muchos israelitas aceptaron el culto oficial, ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado. El día quince del mes de Quisleu, en el año ciento cuarenta y cinco, el rey hizo erigir sobre el altar de los holocaustos la Abominación de la desolación. También construyeron altares en todas las ciudades de Judá. En las puertas de las casas y en las plazas se quemaba incienso. Se destruían y arrojaban al fuego los libros de la Ley que se encontraban, y al que se descubría con un libro de la Alianza en su poder, o al que observaba los preceptos de la Ley, se lo condenaba a muerte en virtud del decreto real. Sin embargo, muchos israelitas se mantuvieron firmes y tuvieron el valor de no comer alimentos impuros; prefirieron la muerte antes que mancharse con esos alimentos y quebrantar la santa alianza, y por eso murieron. Y una gran ira se descargó sobre Israel.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El que corre al ritmo de una moda se queda pronto atrás, porque el tiempo corre más veloz. En algunos llega a ser obsesión la preocupación por estar sincronizados con el último grito de la moda. Muchos judíos se dejaron deslumbrar por el brillo de la cultura griega y cerraron los ojos a las tradiciones nacionales en una pugna por la supremacía de valores. En el pueblo judío hubo apostasías. La familia de los Macabeos juega un importante rol de liderazgo en la defensa de las tradiciones religiosas.
SALMO SaI 118, 53. 61. 134. 150. 155.158
R. ¡Dame vida, Señor, y guardaré tus mandamientos!
Me lleno de indignación ante los pecadores, ante los que abandonan tu ley. Los lazos de los malvados me rodean, pero yo no me olvido de tu ley. R.
Líbrame de la opresión de los hombres, y cumpliré tus mandamientos. Se acercan a mí los que me persiguen con perfidia, los que están alejados de tu ley. R.
La salvación está lejos de los impíos, porque no buscan tus preceptos. Veo a los pecadores y siento indignación, porque no cumplen tu palabra. R.
ALELUYA Jn 8, 12
Aleluya. “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue tendrá la luz de la Vida”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Lc 18,35-43
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía. Le respondieron que pasaba Jesús de Nazaret. El ciego se puso a gritar: “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí”. Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: “Hijo de David, ten compasión de mí”. Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo a su lado, le preguntó: “Qué quieres que haga por ti?”. “Señor, que yo vea otra vez”. Y Jesús le dijo: “Recupera la vista, tu fe te ha salvado”. En el mismo momento, el ciego recuperó la vista y siguió a Jesús, glorificando a Dios. Al ver esto, todo el pueblo alababa a Dios.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El ciego que mendigaba junto a la puerta de Jericó, notó un insólito murmullo. Le informaron que Jesús pasaba por allí seguido por una muchedumbre. El ciego no quiso dejar pasar la ocasión y gritaba con fe: “Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí”. La gente, molesta, lo mandó callar pero él seguía gritando cada vez con más fuerza su profesión de fe y confesión de esperanza. Los discípulos eran inicialmente como ciegos que no veían y sordos que no entendían. Luego su fe fue creciendo y empezaron a ver, enseñar y glorificar a Dios.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que esta ofrenda sea agradable a tus ojos, nos otorgue la gracia de servirte con amor, y nos obtenga los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNIÓN SaI 72, 28
Mi dicha es estar cerca de Dios y poner mi refugio en el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de haber recibido los dones pascuales te pedimos humildemente, Señor, que la Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en su memoria aumente la caridad en todos nosotros. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Dice el Señor: Yo tengo designios de paz y no de aflicción. Invóquenme y los escucharé y pondré fin a su cautiverio.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos vivir siempre con alegría bajo tu mirada, ya que la felicidad plena y duradera consiste en servirte a ti, fuente y origen de todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 2Mac 6, 18-31
Lectura del segundo libro de los Macabeos.
Eleazar, uno de los principales maestros de la Ley, de edad muy avanzada y de noble aspecto, fue forzado a abrir la boca para comer carne de cerdo. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida infame, marchó voluntariamente al suplicio, después de haber escupido la carne, como deben hacerlo los que tienen el valor de rechazar lo que no está permitido comer, ni siquiera por amor a la vida. Los que presidían este banquete ritual contrario a la Ley, como lo conocían desde hacía mucho tiempo, lo llevaron aparte y le rogaron que hiciera traer carne preparada expresamente para él y que le estuviera permitido comer. Asimismo le dijeron que fingiera comer la carne del sacrificio, conforme a la orden del rey. Obrando de esa manera, se libraría de la muerte y sería tratado humanitariamente por su antigua amistad con ellos. Pero él, tomando una noble resolución, digna de su edad, del prestigio de su vejez, de sus venerables canas, de la vida ejemplar que había llevado desde su infancia y, sobre todo, de la santa legislación establecida por Dios, se mostró consecuente consigo mismo, pidiendo que lo enviaran de inmediato a la morada de los muertos. -- A nuestra edad, decía, no está bien fingir. De lo contrario, muchos jóvenes creerán que Eleazar, a los noventa años, se ha pasado a las costumbres paganas. Entonces también ellos, a causa de mi simulación y de mi apego a lo poco que me resta de vida, se desviarán por culpa mía, y yo atraeré sobre mi vejez la infamia y el deshonor. Porque, aunque ahora me librara del castigo de los hombres, no podría escapar, ni vivo ni muerto, de las manos del Todopoderoso. Por eso, me mostraré digno de mi vejez entregando mi vida valientemente. Así dejaré a los jóvenes un noble ejemplo, al morir con entusiasmo y generosidad por las venerables y santas leyes--. Dicho esto, se encaminó resueltamente al suplicio. Al oír estas palabras, que consideraban una verdadera locura, los que lo conducían cambiaron en crueldad la benevolencia que antes le habían demostrado. Pero él, a punto ya de morir bajo los golpes, dijo entre gemidos: -- El Señor, que posee el santo conocimiento, sabe muy bien que, pudiendo librarme de la muerte, soporto crueles dolores en mi cuerpo azotado; pero mi alma los padece gustosamente por temor a él --. De este modo, Eleazar dejó al morir, no sólo a los jóvenes, sino a la nación entera, su propia muerte como ejemplo de generosidad y como recuerdo de virtud.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El Segundo libro de los Macabeos trae numerosos ejemplos de hombres y mujeres que se enfrentaron al poder dominador de los griegos. Pero en el caso de Eleazar, junto con manifestar su fidelidad a la Ley, quiere demostrar su coherencia, como un ejemplo para los jóvenes y la nación. La coherencia de vida es más importante que el cumplir o no la Ley.
SALMO Sal 3, 2-8
R. ¡Levántate, Señor, y sálvame!
Señor, ¡qué numerosos son mis adversarios, cuántos los que se levantan contra mí! ¡Cuántos son los que dicen de mí: «Dios ya no quiere salvarlo»!
R. ¡Levántate, Señor, y sálvame!
Pero tú eres mi escudo protector y mi gloria, tú mantienes erguida mi cabeza. Invoco al Señor en alta voz, y él me responde desde su santa Montaña.
R. ¡Levántate, Señor, y sálvame!
Yo me acuesto y me duermo, y me despierto tranquilo porque el Señor me sostiene. No temo a la multitud innumerable, apostada contra mí por todas partes.
R. ¡Levántate, Señor, y sálvame!
ALELUYA 1Jn 4, 10
Aleluya. Dios nos amó primero y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. Aleluya.
EVANGELIO Lc 19, 1-10
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicómoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: - Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa - Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: - Se ha ido a alojar en casa de un pecador-. Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: - Señor, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le doy cuatro veces más -.Y Jesús le dijo: - Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido -.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El encuentro con Zaqueo es un signo de la misericordia y la gracia del Reino. Zaqueo no pidió que el Señor se alojara en su casa, pero al recibirlo y mostrar su actitud de conversión, Jesús le expresa que la salvación había llegado hasta su hogar. Zaqueo era uno de los que estaba perdido y el Señor fue a buscarlo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que esta ofrenda sea agradable a tus ojos, nos otorgue la gracia de servirte con amor, y nos obtenga los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNIÓN SaI 72, 28
Mi dicha es estar cerca de Dios y poner mi refugio en el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de haber recibido los dones pascuales te pedimos humildemente, Señor, que la Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en su memoria aumente la caridad en todos nosotros. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Dice el Señor: Yo tengo designios de paz y no de aflicción. Invóquenme y los escucharé y pondré fin a su cautiverio.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos vivir siempre con alegría bajo tu mirada, ya que la felicidad plena y duradera consiste en servirte a ti, fuente y origen de todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 2Mac 7, 1. 20-31
Lectura del segundo libro de los Macabeos.
Fueron detenidos siete hermanos, junto con su madre. El rey Antíoco, flagelándolos con azotes y tendones de buey, trató de obligarlos a comer carne de cerdo, prohibida por la Ley. Incomparablemente admirable y digna del más glorioso recuerdo fue aquella madre que, viendo morir a sus siete hijos en un solo día, soportó todo valerosamente, gracias a la esperanza que tenía puesta en el Señor. Llena de nobles sentimientos, exhortaba a cada uno de ellos, hablándoles en su lengua materna. Y animando con un ardor varonil sus reflexiones de mujer, les decía: “Yo no sé cómo ustedes aparecieron en mis entrañas; no fui yo la que les dio el espíritu y la vida ni la que ordenó armoniosamente los miembros de su cuerpo. Pero sé que el Creador del universo, el que plasmó al hombre en su nacimiento y determinó el origen de todas las cosas, les devolverá misericordiosamente el espíritu y la vida, ya que ustedes se olvidan ahora de sí mismos por amor de sus leyes”. Antíoco pensó que se estaba burlando de él y sospechó que esas palabras eran un insulto. Como aún vivía el más joven, no sólo trataba de convencerlo con palabras, sino que le prometía con juramentos que lo haría rico y feliz, si abandonaba las tradiciones de sus antepasados.
Le aseguraba asimismo que lo haría su amigo y le confiaría altos cargos. Pero como el joven no le hacía ningún caso, el rey hizo llamar a la madre y le pidió que aconsejara a su hijo, a fin de salvarle la vida. Después de mucho insistir, ella accedió a persuadir a su hijo. Entonces, acercándose a él y burlándose del cruel tirano, le dijo en su lengua materna: “Hijo mío, ten compasión de mí, que te llevé nueve meses en mis entrañas, te amamanté durante tres años y te crié y eduqué, dándote el alimento, hasta la edad que ahora tienes. Yo te suplico, hijo mío, que mires al cielo y a la tierra, y al ver todo lo que hay en ellos, reconozcas que Dios lo hizo todo de la nada, y que también el género humano fue hecho de la misma manera. No temas a este verdugo: muéstrate más bien digno de tus hermanos y acepta la muerte, para que yo vuelva a encontrarte con ellos en el tiempo de la misericordia”. Apenas ella terminó de hablar, el joven dijo: “Qué esperan? Yo no obedezco el decreto del rey, sino las prescripciones de la Ley que fue dada a nuestros padres por medio de Moisés. Y tú, que eres el causante de todas las desgracias de los hebreos, no escaparás de las manos de Dios”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El hombre es creado para alabar y servir a Dios y mediante esto salvarse. Dios está en el origen, medio y fin de nuestra vida. En esta convicción vivieron ya algunos piadosos hombres bíblicos y desde esta convicción dieron gustosos la vida para no desviarse de su destino final. La fidelidad puede exigir gestos heroicos como el de estos siete hermanos alentados por su madre. El hombre de fe actúa siempre en la convicción de que todo colabora para el bien de los que aman a Dios (cf. Rom 8, 28).
SALMO Sal 16, 1.5-6. 8b. 15
R. ¡Me saciaré de tu presencia, Señor!
Escucha, Señor, mi justa demanda, atiende a mi clamor; presta oído a mi plegaria, porque en mis labios no hay falsedad. R.
Mis pies se mantuvieron firmes en los caminos señalados: ¡mis pasos nunca se apartaron de tus huellas! Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes: inclina tú oído hacia mí y escucha mis palabras. R.
Escóndeme a la sombra de tus alas. Por tu justicia, contemplaré tu rostro, y al despertar, me saciaré de tu presencia. R.
ALELUYA Cfr. Jn 15, 16
Aleluya. “Yo los elegí del mundo, para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Lc 19, 11-28
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. Les dijo: “Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida. Llamó a diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: “Háganlas producir hasta que yo vuelva”. Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: “No queremos que éste sea nuestro rey”. Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y le dijo:”Señor, tus cien monedas de plata han producido diez veces más”.”Está bien, buen servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades”. Llegó el segundo y le dijo:’Señor, tus cien monedas de plata han producido cinco veces más. A él también le dijo. “Tú estarás al frente de cinco ciudades”. Llegó el otro y le dijo: “Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo. Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado”. El le respondió:”Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigente, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré, ¿por qué no entregaste mi dinero en préstamo? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses”. Y dijo a los que estaban allí: “Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más”. “Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!”. Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia”. Después de haber dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Contra lo que cabría esperar, en la parábola no se pide cuenta de los posibles fallos de gestión. No se examina más que los beneficios aportados por cada uno. Y al condenar al perezoso lo que en él se condena es el pecado de omisión. Nadie tiene derecho a malograr o a dejar inactivos los dones recibidos; nadie puede presentarse ante él con las manos vacías. No hacer productivos los dones de Dios predispone para ser despojado de ellos. Por tanto, la vida de fe debe caracterizarse por una presencia activa y dinámica.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que esta ofrenda sea agradable a tus ojos, nos otorgue la gracia de servirte con amor, y nos obtenga los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNIÓN SaI 72, 28
Mi dicha es estar cerca de Dios y poner mi refugio en el Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de haber recibido los dones pascuales te pedimos humildemente, Señor, que la Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en su memoria aumente la caridad en todos nosotros. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor. Estuve enfermo y me vistieron. Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que diste a santa Isabel el don de reconocer y venerar a Cristo en los pobres; concédenos, por su intercesión, servir a los necesitados y afligidos con incansable caridad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos
LECTURA 1Mac 2, 15-29
Lectura del primer libro de los Macabeos.
En aquellos días: Los delegados del rey Antíoco, encargados de imponer la apostasía, llegaron a la ciudad de Modín para exigir que se ofrecieran los sacrificios. Se presentaron muchos israelitas, pero Matatías y sus hijos se agruparon aparte. Entonces los enviados del rey fueron a decirle: “Tú eres un jefe ilustre y gozas de autoridad en esta ciudad, respaldado por hijos y hermanos. Sé el primero en acercarte a ejecutar la orden del rey, como lo han hecho todas las naciones, y también los hombres de Judá y los que han quedado en Jerusalén. Así tú y tus hijos serán contados entre los amigos del rey y gratificados con plata, oro y numerosos regalos”. Matatías respondió en altavoz: “Aunque todas las naciones que están bajo el dominio del rey lo obedezcan y abandonen el culto de sus antepasados para someterse a sus órdenes, yo, mis hijos y mis hermanos nos mantendremos fieles a la Alianza de nuestros padres. El Cielo nos libre de abandonar la Ley y los preceptos. Nosotros no acataremos las órdenes del rey desviándonos de nuestro culto, ni a la derecha ni a la izquierda”. Cuando acabó de pronunciar estas palabras un judío se adelantó a la vista de todos, para ofrecer un sacrificio sobre el altar de Modín, conforme al decreto del rey. Al ver esto, Matatías se enardeció de celo y se estremecieron sus entrañas, y dejándose llevar por una justa indignación, se abalanzó y lo degolló sobre el altar. Ahí mismo mató al delegado real que obligaba a ofrecer los sacrificios y destruyó el altar. Así manifestó su celo por la Ley, como lo había hecho Pinjás con Zimrí, hijo de Salú. Luego comenzó a gritar por la ciudad con todas sus fuerzas:
“Todo el que sienta celo por la Ley y quiera mantenerse fiel a la Alianza, que me siga”. Y abandonando todo lo que poseían en la ciudad, él y sus hijos huyeron a las montañas. Entonces muchos judíos, amantes de la justicia y el derecho, se retiraron al desierto para establecerse allí.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
No comprendemos bien cómo una guerra puede recibir el calificativo de «santa». Pero Matatías la invoca en su resistencia contra Antíoco Epífanes en defensa de las tradiciones religiosas nacionales. Matatías y los suyos huyen a la montaña y se hacen guerrilleros, defendiendo sus derechos y su fe desde las convicciones profundas que les inspira su fidelidad al Señor. La defensa de los indefensos puede plantearse como una exigencia inaplazable de la caridad solidaria. Jesús, sin embargo, prefirió su muerte a la de los otros.
SALMO Sal 49, 1-2.5-6. 14-15
R. El que va por el buen camino verá al Señor.
El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el ocaso. El Señor resplandece desde Sión, que es el dechado de toda hermosura. R.
“Reúnanme a mis amigos, a los que sellaron mi Alianza con un sacrificio”. ¡Que el cielo proclame su justicia, porque el Señor es el único Juez! R.
“Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza y cumple tus votos al Altísimo; invócame en los momentos de peligro:
Yo te libraré, y tú me glorificarás”. R.
ALELUYA Cfr. Sal 94, 7. 8
Aleluya. Escuchen la voz del Señor, no endurezcan su corazón. Aleluya.
EVANGELIO Lc 19, 41-44
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: “Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El Maestro lloró sobre Jerusalén ante un destino que conoce y es inevitable. Será arrasada y habrá llanto, dolor y luto. Respetuoso con la libertad llora su impotencia. Sabe que han decidido matarlo en la ciudad de sus desvelos y trabajos. A pesar de todo, Jerusalén vive eternamente como la ciudad santa donde el Redentor derramó su sangre para salvación del mundo. Y sigue siendo el símbolo de la reunión universal de la humanidad entera rescatada por su sangre. ¿Quién puede decir que conoce y acepta la venida del Señor? Las sugerencias del Espíritu pueden llegar de diversas partes y «el que a ustedes oye, es a mí a quien oye».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, señor, los dones de tu pueblo y concede, que quienes celebramos el misterio de la inmensa caridad de tu Hijo, a ejemplo de santa Isabel, seamos confirmados en el amor a ti y a los hermanos. Por Jesucristo, nuestro señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf. Jn 15,13
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con los sagrados misterios, te pedimos, Padre misericordioso, la gracia de imitar los ejemplos de santa Isabel, que te sirvió con incansable piedad y se entregó a tu pueblo con inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro señor.