Tienes que aprender
Hay que aprender a ser transparentes, a que tus palabras se lean en tus ojos, a que tu sonrisa sea el preludio de una acción, a que todo tu cuerpo refleje eso que llamas Yo.
Hay que aprender a no esconder el interior, a no tener miedo de este profundo océano, a no tener miedo de sus claras profundidades, a bajar siempre hasta encontrar nuestras verdades. Hay que aprender a apreciar los suspiros, a guardar nuestras lágrimas, nuestros latidos, a respirar hondo el aire de la vida, a no dejar que el último soplido se escape sin vivirla. Hay que aprender a ser niños, a apreciar cada día con una nueva emoción, a recuperar esa capacidad de sorpresa, a envolvernos con ternura e inocencia. Hay que aprender a sentir, a comprender este huracán se sentimientos, a juzgar todo este embrollo de remordimientos, a expresar con holgura todo lo que te hace vivir. Hay que aprender a escapar del tiempo, a no preocuparse demasiado por el mañana, a comprender que lo que pasa, pasa, a verlo como un rayo de luz que poco a poco se apaga. Hay que aprender a querer a tus recuerdos, a no olvidar tu vida, tus sueños, a revivirlos cuando todo comienza de nuevo. Hay que aprender a vivir sin miedos, a ver cada final como un nuevo comienzo, a superar todo lo que nos hacer ser menos, a desafiar con ganas cada nuevo reto.
|